Imagen de la formación de The Original Wailers, la gran apuesta del festival de este año. | R.C.

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Instalado durante sus tres primeras ediciones a mitad del mes de septiembre, el Menorca Groove Festival dará este año el salto a la temporada alta de la agenda cultural insular, del 12 al 14 de julio. Así se anunció ayer durante la rueda de prensa para presentar la programación completa de la nueva temporada de uno de los puntos musicales más calientes del verano menorquín, la terraza de Es Claustre en Maó.

Tal y como reconocía ayer uno de los responsables de ese espacio, Josep Maria Fita, se había intentado ya el pasado año mover el festival en el calendario sin éxito, pero finalmente en 2019 «las agendas han encajado». Cabe señalar que se trata de un evento cuya organización es compartida con Maxwell Wright, miembro en su día del grupo Ojos de Brujo y programador cultural que también es responsable del Festival de Jazz de Formentera, que se está celebrando durante estos días.

Explica Fita que el Menorca Groove es un «festival hermano» a esa cita, si bien en una línea diferente del jazz, orientada más al baile: «ritmo y sabrosura, con calidad musical y de géneros abiertos y festivos», es la definición que utilizan sus promotores.

Los organizadores apuntan que el cambio en el calendario puede suponer un «salto» para un festival que en sus tres primeras ediciones estaba cogiendo bastante proyección. Un cambio que además viene acompañado de otra novedad: se gana un día más de programación frente a los dos de otros años.

Como cabeza de cartel, el festival tiene al frente a The Original Wailers, una banda liderada por el guitarrista Al Anderson, quien acompañó al legendario Bob Marley en algunos de los grandes éxitos de la estrella jamaicana del reggae. Una apuesta que se complementará con otros proyectos musicales como The Black Barbies, DJ Hanakito, Trigga, Lyricson o Dj Free Mind.

En palabras de Fita, el Menorca Groove es el «ejemplo perfecto» de cómo un proyecto como el de Es Claustre «está siempre abierto a colaborar con otros agentes culturales y promotores», con el propósito de obtener una programación artística más ecléctica.