Lángara. El edificio principal, donde se ubicará en centro de arte de Hauser & Wirth con unos 1.500 metros cuadrados, es el más alargado, a la izquierda en la imagen aérea

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La licencia de obras concedida recientemente por el Ayuntamiento de Maó para la reforma de los edificios Lángara y Cocina, donde se habilitará un centro de arte gestionado por la prestigiosa firma Hauser & Wirth, incluye doce prescripciones de obligado cumplimiento que se desprenden de un informe del Departamento de Cultura del Consell emitido en febrero, y que condicionan tanto la preservación de bienes de interés que se encuentran en su entorno como la estética del exterior del inmueble principal.

El documento estipula que las fachadas del edificio Lángara se tendrán que acabar en pintura a la cal de color blanco o rojo colonial, siempre en cuando se pueda constatar que este último era el color original del inmueble y que se integra en el entorno. Argumenta el informe que en el marès de sus paredes hay restos de cal y pinturas anteriores, algunas de ellas en rojo, que podría ser la original. Descarta que el marès visto sea el diseño primero y expone que su pátina no ofrece garantías de conservación, por lo que se corrige el uso de esta solución (la piedra vista) que el proyecto presentado al Ayuntamiento de Maó por la Fundació de l’Hospital Illa del Rei había previsto inicialmente para parte de las fachadas.

El proyecto presentado contempla cegar algunas ventanas. El documento del Consell introduce precisiones en este punto: «El exterior de la ventana no se debe afectar y debe ser de persiana o portillón de color verde carruaje», para esconder la distorsión que supone cegar estos elementos que incluyen «detalles de calidad». Es decir, se conservarán de cara al exterior aunque se neutralice su función original y pasen a ser un simple ornamento. Sobre el uso de claraboyas, que aparece en el proyecto en puntos donde la cubierta está muy deteriorada (o incluso hundida), el informe expone que estas deben limitarse a las estrictamente necesarias para respetar los valores arquitectónicos. Eso sí, se ajusta a la normativa.

El Departamento de Cultura del Consell establece los habituales controles y medidas de conservación respecto al posible hallazgo de piezas de interés durante las obras (control por parte de un arqueólogo, inspecciones, los restos encontrados se depositarán en el Museu de Menorca...). Además, indica que en la fachada este del edificio Lángara, que bordea la basílica paleocristiana, se tendrá un especial cuidado en el control del movimiento de tierras y la colocación de determinada maquinaria, al mismo tiempo que se conservarán los cuellos de unas cisternas existentes.

En cuanto a la caseta del guarda, que también se incluye en la actuación prevista, el Departamento de Cultura del Consell establece que la inscripción «Todo por la patria» que se encuentra en su fachada carece de valor patrimonial y no se adecua actualmente al entorno. Por estos motivos, plantea el informe emitido la necesidad de retirarla y dejar la fachada en completo blanco.