El festival ofreció ayer las primeras actuaciones en directo en el Mirador des Port de Maó con Julieta Beatloop (en la imagen) y Maria Hein.  | Gemma Andreu

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«A ver si en noviembre podemos tener ‘bolos’ de pie». Esa es la frase que se pudo escuchar minutos antes de que comenzara oficialmente, vía Zoom, una de las jornadas profesionales del festival musical Cranc, la sesión que llevaba por título «La nueva normalidad del directo». Un comentario que sirve para ilustrar el deseo de un sector musical que se encuentra en estado permanente de incertidumbre, adaptándose continuamente a las nuevas normativas y con la mirada de poder regresar a la normalidad cuanto antes.

Un asunto sobre el que debatieron al respecto algunos miembros del sector a nivel nacional: Mar Rojo (Sala El Sol), Juanma Cantos (Girando Por Salas), Sebastián Vera (Mallorca Live Festival) y Tali Carreto (Alhambra Monkey Week), con Pepa Álvarez (Wegow) haciendo las labores de moderadora. Arranca la conferencia y Carreto ya deja claro su deseo de «dejar el Zoom y volver al cara a cara; echamos de menos el olor a sudor», reconoció en su primera intervención sobre el ansia de volver a la música en directo tal y como la disfrutábamos antes de la pandemia.

El panorama resulta familiar a muchos: festivales reconvertidos en ciclos, conciertos con público sentado y con distancia de seguridad, aforos reducidos… El sector está tocado, y aunque la situación sanitaria mejora por    momentos no se acaba de ver la luz al final del túnel. A las puertas de cerrar la temporada estival, que ha permitido celebrar eventos en diferentes formatos al aire libre,    parece que internet sigue siendo una opción: «Lo del streaming es algo que ya se venía cocinando desde hacía tiempo, ahora ha dado el salto a ser de pago y calidad y creo que seguirá», reconoce Cantos. Sin embargo, su compañero de debate Carreto no acaba de verlo tan claro: «Los espectáculos on line tienen ventajas, pero también inconvenientes», asegura para afirmar que la parte positiva siempre está del lado de los artistas más consagrados: «Espero que el streaming no sea la única opción», confiesa.

El problema de fondo es que la situación actual está generando un escenario en que la brecha entre los diferentes estamentos se agranda. Un panorama en el que las bandas emergentes, las que empiezan su trayectoria en bares y salas pequeñas, tienen menos oportunidades y todas las de perder. En esa línea Rojo es tajante: «El streaming no es una solución. El crecimiento natural de las bandas se produce de la mano de su público», confiesa con la preocupación de no saber qué es lo que pasará después del 15 de septiembre y cómo será posible que los grupos organicen giras por territorios en los que las restricciones son diferentes.

Tiempo de parches

Cuando aborda la situación, Vera señala que «todo lo que hemos hecho en el último año y medio es un parche. Puede que la gente pague por un streaming, pero ¿crees que lo hará en una segunda ocasión?». El promotor del Mallorca Live tiene claro que la experiencia del directo «es una cosa muy diferente a quedarte en casa con los altavoces».

Todos parecen estar de acuerdo en la necesidad de que abran las salas para que las bandas medianas y pequeñas vuelvan a tener su hueco, pero también coinciden en    que en un sistema con reducción de aforos los eventos más potentes necesitan grupos estrella que vendan tiques para que el negocio pueda ser rentable.

Como siempre, de todo se puede sacar una parte positiva: «La covid ha servido para que aprendamos a desenvolvernos bien en situaciones    extremas, y esta experiencia hará que los que sobrevivan salgan más fuertes», señala Cantos. Por su parte, Carreto celebra que «por primera vez en nuestra escena tenemos sensación de lobby» en relación a la unión del sector: «Hemos aprovechado para poner sobre la mesa algunas cuestiones que se arrastran desde hace años».

A la hora de zanjar el debate, Rojo    reconoce que más allá de regresar a la ansiada normalidad su deseo sería «viajar al pasado para mejorarlo», y Vera pone el colofón al encuentro profesional con los pies en la tierra: «Vivamos el presente porque es lo que hay». Es decir, una sensación de incertidumbre sobre el futuro de la música en directo y una gran pregunta sobre la mesa: ¿qué nuevas costumbres adquiridas durante la pandemia podrían quedarse para siempre?

Arranque Musical. El festival ofreció ayer las primeras actuaciones en directo en el Mirador des Port de Maó con Julieta Beatloop (en la imagen) y Maria Hein.    Foto:GEMMA ANDREU