La fusión de la Isla con la primavera suena a jazz. Tradicionalmente esa es la estación elegida por el Menorca Jazz Festival para celebrar una cita que este año alcanza ya su edición número 24. Una temporada en la que el evento cultural continúa con la remontada iniciada en 2021 tras un 2020 en blanco por culpa de la pandemia. «El de este año es un festival homenaje a los músicos. Se lo merecen en los tiempos que vivimos», avanza Bernat Casasnovas, presidente de la entidad organizadora, Jazz Obert. Una afirmación que fundamenta en el hecho que el de 2022 será el festival con el mayor número de músicos de su historia, cerca de 130.
La participación de tres big band tiene mucho que ver en el incremento de artistas, entre los que cabe destacar por encima de todos a dos grandes cabezas de cartel. Por un lado, Ray Gelato & The Giants, formación que se encargará de inaugurar el 12 de marzo el festival en el Teatre Principal de Maó. El otro plato fuerte es Kenny Garret, que recalará el 23 de abril en Ciutadella para presentar su álbum «Sounds from the ancestors».
Cabe destacar también como una de las propuestas más potentes la doble cita con la Sant Andreu Jazz Band de Joan Chamorro, que se subirá el 16 y 17 de abril al escenario del Teatre des Born, que coproduce el espectáculo. El toque local de este año vendrá de la mano de Suso González Trío con el acompañamiento vocal de Rut Florit (13 de mayo en la sala Albert Camus).
Otra de las señas de identidad del festival de este año es la apuesta por las masterclass (hasta cuatro protagonizadas por los artistas invitados).La parte didáctica se refuerza con la cita «Soul & funk pels mes menuts» (22 de mayo) en una colaboración con el festival Amalgama Kids.
Otra de las grandes noticias de esta primavera es que regresa el swing. Todavía no bajo el formato del Lindy Exchange, pero sí a través del Menorca Swing Weekend, con un amplio programa en torno a ese género musical y el baile que lo acompaña entre el 19 y el 22 de mayo. En resumen, un festival que florece, tal y como se puede comprobar en el vídeo promocional firmado por el realizador Macià Florit.
Para la normalidad absoluta, además del aforo completo, tan solo faltaría recuperar dos de las actividades estrella del festival. La popular Trobada Dixieland a pie de calle y el tradicional cierre al aire libre del Picnic Vega Jazz. Dos objetivos de cara al año que viene dentro de una edición especial con motivo de la celebración de su 25 aniversario. «Tenemos muchas ideas en mente», avanza Casasnovas.
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