El corazón al que ha dado forma  David Cerratot | Josep Bagur Gomila

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Un simple paseo por la calle despertó en la galerista Neus Sintes la idea de montar una exposición. Por el camino se encontró una gran cantidad de basura a ras de suelo, principalmente latas, botellas y alguna que otra mascarilla. Visto lo visto, se preguntó qué podía hacer desde el sector en que trabaja para intentar tocar la conciencia de la gente.

Como dueña de un espacio expositivo, pensó que una exhibición sería para ella la forma más fácil. Pero quiso mirar más allá de las paredes de su negocio, Pinzellades d’Art, y sacar su propuesta a la calle de Alaior.

Con la complicidad del Ayuntamiento, y de un buen número de artistas, las calles de esa población acogen desde hace unos días la propuesta escultórica bautizada como «Reciclart». Como su propio nombre indica, se trata de un proyecto que toma como punto de partida dar una segunda vida a materiales desecho.

Sintes ha contado para esta iniciativa con siete autores que ya cuentan con cierta experiencia en este tipo de arte que se podría tildar como ecológico.Entre ellos    figura Pacífic Camps, que participa con el diseño de un panal de abejas construido con madera reciclada y que luce en la zona de Sa Palmereta. Por su parte, Maties Sansaloni es el autor de «Cadira de mar», una alegoría del medio marino en la que se funden hierro forjado con tela y pintura y que decora Dalt es Fossar.

Toda la basura que logró Toni Riera recolectar a la orilla del mar, con elementos tan dispares como madera, un zapato y hasta un sillín de bicicleta, se ha transformado en un pingüino apodado ‘Nicolau’ que temporalmente habita en el Carrer de ses Escoles. El hierro forjado es uno de los elementos más comunes en «Reciclart», y del que se ha servido también Jaume Riudavets para, conectándolo con restos y codos de tubería, dar vida a una especie de fuente en Dalt Ses Penyes.

Por su parte, Pau Sintes aborda «la decadencia del mundo moderno» con una obra en la que se juntan restos de madera ensamblada y hasta un zapato para realizar una crítica a la sociedad actual.El artista representa sus clases en dos niveles diferentes, aunque dentro de un mismo marco, a la entrada del Convent de Sant Diego. Otro de los participantes, David Cerratot ha instalado su escultura en Sa Plaça Nova, donde late un enorme corazón fabricado con madera, marès y hierro. Por último, Marcel Villier ha ensamblado una pala con forma de mujer en el Plà d’en Borràs.

Los organizadores trabajan en la edición de un folleto para que el público pueda visitar en ruta la propuesta de «Reciclart», que permanecerá en pie hasta el 10 de julio. El proyecto cuenta también con la colaboración del Consorci de Residus i Energia de Menorca y J. Palliser.