Carlos López estudia un máster de Historia del Arte Contemporáneo y Cultura Visual en el Museo Reina Sofía, en Madrid. | DANIEL SCHÄFER / HAUSER & WIRTH MENORCA

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Carlos López, madrileño de 24 años, estudia un máster de Historia del Arte Contemporáneo y Cultura Visual en el Museo Reina Sofía, de Madrid. Es comisario independiente  y fundamentalmente su experiencia laboral es en el campo de la gestión cultural. Pero también es el artista residente de la galería Hauser & Wirth, en la Illa del Rei, que desde el pasado 20 de abril trabaja en el proyecto educativo en relación con la exposición de Rashid Johnson.

El proyecto educativo es el resultado de una residencia para estudiantes de posgrado de universidades españolas, que presenta una instalación de dibujos colgados en el techo de la galería como resultado de taller en los que han participado más de 350 personas de la Fundació de Persones amb Discapacitat de Menorca, geriátricos, escuelas de primaria y también espacios públicos donde se han creado los talleres.

En dichos talleres se solicitó a los participantes que hicieran dibujos para representar sus emociones mientras escuchaban la canción «Sodades», de Cesària Évora, que a la vez da nombre a la exposición, que combina con una zona de lectura que invita a los visitantes a sentarse y explorar los libros de poesía que ha seleccionado el artista, según Mar Rescalvo, directora de Hauser & Wirth Menorca.

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Carlos López es el artista residente de este año a raíz de la convocatoria abierta realizada por Hauser & Wirth en Menorca. Desde que llegó a la Isla, López afirma que «he adquirido un poco de experiencia de manera global, he estado trabajando por una parte directamente con el equipo de la galería, me han involucrado en muchas de sus actividades, para que yo también pudiera experimentar en primera persona cómo funciona la galería y adicionalmente he asumido parte del proyecto educativo para esta nueva exposición de verano».

Desde un principio, López ha tenido muy claro la necesidad de involucrar al público con la exposición de este verano. «Para mí era importante que la gente se sintiera parte de esto, que no lo sintiese ajeno, es algo que desde el principio he sentido, que preocupaba a todos en la galería. Me parecía fundamental colaborar con entidades locales y también muy importante involucrar a niños que son quizá el público más olvidado a nivel institucional dentro del arte, son los grandes olvidados», asegura.

La labor del artista residente durante esos meses ha sido realizar «una cantidad ingente», subraya, de talleres con niños, con fundaciones locales, centros geriátricos, también con adultos y profesores, «los dibujos son los que articulan la instalación artística Education Lab que cierra la exposición este año de Rashid Johnson. Es un propuesta sencilla de manera que pudiésemos adaptarla a cada tipo de público haciéndolo así todo lo complejo que nos permitía precisamente este tipo de público. Los resultados han sido muy diversos pero en conjunto funcionan en tanto generan esta instalación colectiva que ocupa todo el techo de la galería», apunta.

Por su parte, Mar Rescalvo recuerda que el proyecto educativo nació el pasado año y se creó la residencia con el artista Mark Bradford en relación con su exposición  «Masses and Movements», en colaboración con los estudiante de l’Escola d’Art de Menorca, lo que implicó más de 1.300 alumnos con actividades educativas. A partir de este éxito, se inició el Education Lab en los tres centros de arte de Hauser & Wirth en Los Ángeles, Somerset y Menorca.