La artista argentina tiene la costumbre de trabajar casi siempre en el comedor de su casa sobre una alfombra persa .  | Richard E Schultz

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Llega el verano y con él la temporada alta de las galerías de arte. El aterrizaje en la Isla de populares firmas acerca a la escena cultural local la obra de artistas contemporáneos de renombre, pero también colecciones de otros artistas menos conocidos aunque protagonistas de curiosas historias. Este es el caso de la pintora argentina Ides Kihlen, que el próximo 10 de julio cumplirá 105 años, aniversario que se celebrará con diferentes exposiciones alrededor del mundo a lo largo de este 2022.

Su obra estará en el Museo de Bellas Artes de Buenos Aires, en la Galería Hutchinson de Nueva York y en una sala australiana. La buena noticia es que también podremos disfrutar de sus cuadros en Menorca gracias a la galería madrileña de arte contemporáneo Aina Nowack, que ha habilitado temporalmente (hasta el 10 de agosto) un local en el número 21 de la Calle de Roig de Maó.

La trayectoria de Kihlen es poco convencional.Estudió con grandes referentes de la pintura argentina, como Pío Collivadino o Raúl Mara, en la Escuela Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires, y también desarrolló una formación musical. Lo curioso es que a lo largo de su vida practicó la actividad artística sin mostrar su trabajo. Tras una etapa figurativa, su visita al taller de André Lothe en París resultó clave en su giro hacia la abstracción.

Explican desde la galería Aina Nowack que se trata de una artista «que se focalizó más en los procesos del arte que en los resultados».Siguiendo esa senda, acumula una trayectoria artística ininterrumpida de 90 años, la mayor parte de ellos en el anonimato. Su nombre no empezó a cosechar el reconocimiento que ahora atesora hasta el año 2000, cuando animada por sus descubridores protagonizó una muestra individual en el Museo de Artes Decorativas de Buenos Aires. Momento a partir del cual su obra comenzó a viajar por el mundo.