Amigos y familiares del desaparecido artista asistieron a la apertura de la muestra. | Katerina Pu

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Reconocía en 2020 Xavier Jansà (1947-2022) que sus obras, «aunque un poco abstractas, también son clásicas», y añadía que su pintura es «de tipo cosmológico» en relación a su interés por captar, partiendo desde lo más pequeño, su visión más amplia del universo. La definición de un posicionamiento artístico que venía al hilo de la muestra «Revelacions marines» en la Sala Sant Antoni de Maó, espacio que desde este miércoles acoge de nuevo sus creaciones, en esta ocasión en formato de exposición antológica y a modo de homenaje póstumo bajo el título «De Profundis Naturae».

Una propuesta comisariada por Tomeu Sánchez y Juan Elorduy que supone una ocasión inmejorable para sumergirse en el universo creativo de un hombre de ciencia que abordó la creación artística prácticamente como un hobby, aunque con resultados «realmente sorprendentes» explica Elorduy.

A juicio del comisario estamos, sin duda, ante una de las exposiciones más importantes del año. Primero, porque «es un artista local que nos aporta cosas nuevas»; segundo, porque «es un descubrimiento en el sentido de que prácticamente nadie lo conoce». Y es que no nos podemos olvidar que estamos hablando de la figura de un biólogo dedicado en cuerpo y alma durante toda su carrera a la oceanografía. «Lo que ocurre es que tiene un talento excepcional», señala Elorduy, quien destaca como Jansà se nutrió de su profesión para utilizar el mundo marino como fuente de inspiración. «En su obra nos ofrece una visión de la realidad enriquecida por su visión científica», resume el comisario.

Pero la defensa de este sobre el valor de la muestra que acaba de abrir sus puertas va más allá. «Creo que tiene todo lo que se puede esperar de una exposición, es decir, que sorprenda, que interese, que reconozcas lo que hay en ella y que tengas suficientes pistas para seguir el proceso evolutivo de su pintura», asegura.

Así, «De Profundis Naturae» ahonda en la trayectoria de Jansà con una selección de piezas que permiten trazar un mapa en el tiempo desde su infancia hasta su última etapa creativa. Una colección en la que se erige como pieza clave, por su magnitud, una obra de grandes dimensiones que refleja de forma global todo el ecosistema marino de Balears.

A lo largo de su vida, Jansà catalogó cerca de un millar de obras físicas y unas 300 digitales. Una producción en la que se pueden distinguir varias etapas. «Es un artista que empezó siendo hiperrealista siguiendo la tradición de los naturalistas del siglo XIX», relata Elorduy, sobre una trayectoria que desembocó en «el arte digital abstracto, en movimiento y 3D».

Formatos todos ellos de los que hay evidencia en Sant Antoni, donde  se pueden encontrar vitrinas con objetos e ilustraciones de cuando era un niño, varios de sus catálogos y paneles en las paredes con frases extraídas de sus cuadernos. También  maquetas de sus propuestas más ambiciosas e innovadoras que no se llegaron a materializar, obras digitales y producciones audiovisuales. Todo ello se complementa con un documental de Magda Timoner, «Una recerca de la profunditat», que recoge testimonios de amigos y familiares.

Nacido en una familia de gran tradición científica, Jansà, uno de los fundadores del Institut Menorquí d’Estudis, es, en palabras de Elorduy, «un personaje apasionante» siempre en busca de la profundidad y a quien «las dos dimensiones de un cuadro se le quedaban cortas». Un hombre «cuyo espíritu científico de búsqueda e investigación está también en la pintura», concluye.