Una escultura inspirada en la taula menorquina | Katerina Pu

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La obra escultórica de Joan Miró (1893-1983) es tal vez la menos conocida entre el gran público, a diferencia de las pinturas y dibujos que el genial artista catalán realizó con gran maestría. Por ello, la galería Cayón exhibe en Maó unas 40 obras, la gran mayoría de ellas esculturas. «Como la labor de la galería mucha parte es divulgativa, hemos querido mostrar este Miró más íntimo y escondido que es el escultor. Los trabajos de escultura a Miró le llegaron tarde, a partir de los años sesenta, trabajó de manera convulsa una cantidad de obras importante», señala Clemente Cayón, socio y cofundador del espacio expositivo.

Sorprende justo a la entrada de la galería una obra en yeso que fue modelo de una obra que luego se fundió en bronce. Recuerda al famoso personaje de la película «ET, el extraterrestre». No obstante, al artista catalán la idea le salió de una nuez doblemente germinada y una piedrecita a la que le pintó dos ojos, una idea que sobredimensionó a la figura mayor. «Es para que la gente entienda lo que hacía Miró, en el caso de la escultura era ir cogiendo objetos que le parecían interesantes y en su cabeza formaba la escultura. Así, en otros bronces hay un sombrero suyo, el jabón que utilizaba, la toalla, una rama que encontraba en el suelo, una piedra... Iba ensamblando piezas que iba encontrando y les daba forma hasta que encontraba lo que él quería expresar, era surrealismo puro, la genialidad de Miró es que es atemporal, te sirve para hace cincuenta años como para la actualidad», apunta Cayón.

Una escultura inspirada en la taula menorquina

Obra en yeso que fue el modelo de una escultura que posteriormente se fundió en bronce | Katerina Pu

En la nave central llama la atención una taula de la cultura talayótica -concretamente la de Trepucó-, un guiño a la Isla que está formada por un trozo de madera, una piedra, una caja de libros de cartón, está rematado por una piedra de un afilador y un pájaro típico suyo hecho en barro. O la Torre Eiffel, realizada con una lámpara de mimbre, una cabeza de cabezudos de Groucho Marx y una caja de botes de pintura vacíos. «En este espacio hay una variedad de la obra mironiana, donde hemos querido hacer un resumen de todos los trabajos que el artista realizó en los años setenta. Hay desde azulejos con ramas de caña rematadas con unas estelas, lo de abajo está todo moldeado con sus manos, hay un sombrero rematado con un pájaro. En casi todas la obras siempre ponía sus características, los ojos, una cara, algunas veces ves una estrella, la media luna. Si la ves de lejos, ya sabes que es de Miró, porque siempre hay una característica muy visual», señala. Asimismo, hay alguna escultura de color, que Miró realizó a sugerencia del escultor Alberto Giacometti.

Visitas

La exposición, que está abierta hasta el próximo 9 de septiembre, puede visitarse los lunes, de 18 a 21 horas, y de martes a sábado de 11 a 14 horas y de 18 a 21 horas.