Participantes y miembros del colectivo en uno de sus primeros eventos: ‘Es Mercadal de Cinema’.

TW
1

Los cimientos de Es Far Cultural comenzaron a levantarse con un evento como «La nit del viatger». Una cita que giraba en torno al mundo audiovisual y documental que fue la semilla del nacimiento de uno de los colectivos más prolíficos de la Isla y que este mes de enero es noticia porque se cumplen diez años de su fundación. Una década de activismo cultural cuyo campo de acción se ha ido ramificando con el paso de los años hasta convertirse en todo un referente en la Isla.

Una entidad, que tal y como se recuerda en su declaración de intenciones, nació con la vocación de «dinamización social y cultural» a través de los valores de «la singularidad, identidad y patrimonio» para promover «el arte, la cultura y el asociacionismo» y también como «un espacio de reflexión y crítica». Con ese ideario alumbrando su camino, Es Far (un símbolo muy arraigado en la Isla cuyas letras hacen referencia a formació, art i recerca) ha puesto en marcha a lo largo de todo este tiempo un gran número de proyectos. Estamos hablando de una radio (Ràdio Far), que nació on line y ahora con hueco en la FM; el festival de cine Menorca Doc Fest, el único de esa temática que resiste en la Isla;    y Llentrisca Edicions,    su último gran proyecto, dedicado al mundo de las letras para potenciar la creación local. La música también ha entrado en su campo de acción, primero con Arts al Nord y actualmente con el Festival Maquetes.

El resultado de un proyecto que en sus inicios estuvo impulsado, entre otros, por la antropóloga Iara Pons y el fotógrafo y documentalista Cristian P. Coll. Rememora este último que «juntamos ideas, inquietudes y pensamos en la manera de hacer actividades en las que bien participáramos como artistas o activistas», pero con una clara vocación de compartir experiencias relacionadas directamente «con la formación y el arte». «Siempre buscamos proyectos que de alguna manera repercutieran en la gente de aquí, de la Isla», continúa Coll, quien recuerda también que Es Far Cultural también se ha embarcado, y lo sigue haciendo, en proyectos internacionales.

Objetivos y retos

¿Se han cumplido objetivos en diez años? El balance es positivo, aseguran, pero también reconocen que «cuando alcanzas uno ya estás pensado en el otro», aunque lo verdaderamente importante, defiende Coll, es que lo que hacen «tenga un retorno y sea útil para la Isla». Siempre hay nuevos retos por delante, y entre estos hay sin duda uno que ocupa un lugar primordial: «profesionalizar el equipo y ayudar a profesionalizar el sector».

Es Far Cultural es una entidad atípica en el sentido de que no se basa «en hacer una masa de socios, sino de colaboradores». Y es que el objetivo siempre ha sido, recuerdan, el de dar forma a un colectivo «de personas creativas que comparten    inquietudes». Como aquellas que en los inicios de Es Far Cultural dieron vida al proyecto «Es Mercadal de Cinema», una colaboración con el desaparecido festival Mèdit y que resultó en la grabación de un documental a través de un taller audiovisual. Desde entonces, han seguido trabajando para «crear un contexto y entorno de personas que creen en lo mismo que cree la asociación».

La entidad mira al futuro con optimismo, pero también con la vista puesta en cumplir algunos objetivos que se resisten, como el de poder a llegar a contar con una sede. Por el momento hace las funciones de ese lugar, aunque no de forma oficial, la Casa d’Artistes que dirigen en Es Mercadal, y que es el centro de operaciones de otra de las múltiples ramas de actuación del proyecto, como son las residencias de creación.

Cabe recordar, por otra parte,    que Es Far Cultural preside actualmente la Xarxa RESIB, asociación que reúne a los centros de producción y creación artística de Balears, y que fue uno de los fundadores de la red de festivales de cine del Archipiélago (IBFF).