Los diez integrantes de Najash posando para la primera foto oficial de su historia. | FOTONUEVE

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Algo novedoso repta en la escena musical menorquina. Heavy metal, instrumentación clásica y voces de soprano se funden en un proyecto que responde al nombre de Najash. Una apuesta singular cuyo origen hay que buscarlo en las inquietudes de Eva Febrer, violinista de formación clásica, una de las responsables del Festival de Música Antiga des Migjorn Gran para más señas, y amante también de la vertiente más dura del rock.

Estamos hablando de un proyecto que comenzó a tomar forma a finales del verano pasado y al que se han ido sumando artistas hasta completar una formación con diez integrantes. En Najash confluyen las voces líricas de dos sopranos, Maria Camps y Marina Plovins, un cuarteto de cuerda integrado por Febrer (primer violín), Josep Mascaró (segundo violín), Jaume Fabregat (viola) y Pau Marquès (violonchelo) y el complemento de Oscar Amieva al piano. De la parte más heavy se encarga un trío rockero formado por los hermanos Carreras, Jairo (voz y guitarra), Lluís (bajo) y Oscar (batería).

La propuesta resulta ya de entrada interesante por la fusión de diferentes estilos y su apuesta por romper con algunos estereotipos. «El heavy metal siempre se ha relacionado con una fuerza y una energía más bien masculina», explica Camps, «muy ‘testosterónica’, y este proyecto introduce la figura central femenina para rebajarla y hacer ver que hay diferentes tipos de heavy metal». Eso fue uno de los elementos que animó a la soprano a embarcarse en un proyecto muy diferente al de sus registros habituales, ligados a la lírica, el soul o el jazz.

Najash toma como referencia la filosofía y la estética que se enmarca geográficamente en grupos del norte de Europa, con mujeres llevando la voz cantante. Ello ha conducido a dar forma a un repertorio que se basa en versiones de bandas como Nightwish, Epica, Within Temptation, Cradle of Filth, Evanescence o Powerwolf, entre otras.

Explica Febrer que están trabajando con un repertorio «que está muy bien escrito a nivel clásico y ofrece mucho juego, tiene una elaboración muy interesante y compleja», algo que llevado al mundo del rock «casa muy bien». Apreciación esta última que comparte Lluís Carreras, a quien conocemos por ser miembro de bandas como Fraggles o el tributo a Iron Maiden Aces High. «Creo que es una propuesta que va a encajar perfectamente con el público. Sorprenderá porque la gente está acostumbrada a vernos en otra tesitura y ahora lo hará con una propuesta que es cañera, pero también melódica y con mucho sentimiento», avanza.

Najash no pude calificarse como una banda tributo. Su propuesta es ofrecer algo diferente a través de sus arreglos, intentando mejorar los temas originales, y una puesta en escena potente, con una parte teatral en la que el vestuario y el maquillaje también juegan un papel clave. Un proyecto que toma el nombre de la serpiente que tentó a Eva en el Paraíso. Animal que se acostumbra a asociar, recuerdan desde la banda, con «la maldad y la sinuosidad engañosa», pero que en otras culturas representa una dualidad: «por una parte la tentación y por otra la curiosidad».

En resumen, estamos ante una propuesta, continúan, «de metal sinfónico que pretende ser una transgresión de formas convencionales, una evolución que fusione procedencias y sonoridades, que borre fronteras estériles e inexistentes en un mundo cada vez más plural y ecléctico que invita a la metamorfosis».

El apunte

El estreno tendrá lugar el 11 de mayo en la sala MusikBox

El horizonte de Najash tiene una fecha marcada en el calendario, el 11 de mayo en la sala MusikBox de Sant Lluís. Un escenario en el que realizarán una residencia artística la semana antes y que está llamado a marcar el futuro del proyecto. El de una banda que implica una apuesta fuerte y que mira más allá de la Isla y el territorio nacional, con la vista puesta en poder dar el salto a Europa si la cosa funciona. Una aventura que va a paso a paso pero que tampoco descarta en el futuro componer temas propios. Najash se apoya también en algunos colaboradores: Fotonueve tras la cámara, Abril González (maquillaje), Alessandro Catalusci (peluquería), el Orfeó Maonès y Mariona Alsina Batcheli (traducción).