Imagen del acto de presentación de los candidatos de Més per Menorca, a finales de marzo en Es Mercadal

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Més per Menorca incorporará en su programa electoral que el Govern balear recupere la ecotasa (que se cobraba a los turistas en el mandato 1999-2003), aunque con otra denominación y finalidad. La llaman tasa de reinversión turística y su objetivo va más allá del medioambiental.

La propuesta de Més plantea cobrar a cada turista dos euros al día y la previsión es que cada año se recaude en Balears unos 100 millones de euros.

La recaudación se destinará a diversificar y a reactivar la economía, con el objetivo de que los beneficios del sector turístico «sirvan para reactivar la economía en su conjunto», explica el candidato de Més per Menorca, Manel Martí.

Así, el dinero recaudado se «redistribuirá» en tres ámbitos: en la renovación y conversión de zonas turísticas; en medio ambiente; y en innovación y formación. En este último apartado se incide en la necesidad de «reindustrializar Menorca» para «no depender solo de un sector» e «ir cambiando de modelo económico». Unas medidas, apunta Martí, que serán definidas conjuntamente con el Consell.

La propuesta de Més prevé que esta nueva tasa se cobre en los aeropuertos y puertos, y no en los establecimientos hoteleros como en la ecotasa del Pacte. Martí reconoce que puede haber dificultades ya que las competencias en las instalaciones aeroportuarias son del Estado, de allí la importancia de que estas sean cogestionadas.

Martí defiende que una tasa de este tipo «no tendrá un impacto negativo» sobre el sector, ya que no cree que «nadie deje de venir a Balears por no pagar esta tasa», a la vez que recuerda que en muchos países de Europa o en Catalunya están cobrando una tasa a los turistas. Es más cree que servirá para «redistribuir mejor la riqueza», ya que «ahora aumenta el número de turistas, pero no supone una mejora en la economía y en la sociedad en general».

Por otro lado, el diputado de Més también aboga por regular los establecimientos de todo incluido, no para prohibirlos pero si para fijar unos criterios de calidad y a la vez «fortalecer a la oferta complementaria».