El 28 de mayo habrá papeletas blancas, azules y sepia para ayuntamiento, Parlament y Consell respectivamente. | Gemma Andreu

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Los partidos del centro de Menorca llegan a las elecciones del 28 de mayo en sus elecciones más difíciles. Ciudadanos, desahuciado por las encuestas, supera las maniobras por dinamitar su participación electoral. Por su parte, Proposta per les Illes (El Pi) pierde fuelle y por el momento solo aspira a presentar lista en Ciutadella. En Es Castell resurge Independents per Es Castell (IPEC), mientras que en este municipio y Sant Lluís se disputa el espectro electoral el nuevo partido regionalista XBalears.

Ciudadanos supera las maniobras por dinamitar su participación electoral

En Ciutadella, el núcleo de resistencia de Ciudadanos, heredero de la UPCM de Joan Triay, «se nos caen los números uno, tenemos un problema», reconoce Eugenio Ayuso, coordinador insular del partido. Pero presentará lista. También habrá candidatura naranja en Maó, al Consell y al Parlament. Será la organización centrista con más fuerza en un espectro que esta vez se presenta muy atomizado.

Solo repite Ayuso al frente de la lista del Consell, los demás serán nuevos, a expensas de conocer todavía el número uno de Ciutadella. «Era la lista más avanzada y ahora es la que más problemas nos está dando», pero insiste en que solo falta el cartel.

Acusa de esos problemas a El Pi, «que nos ha enredado en un intento de confluencia para elaborar una lista al Parlament» con la idea de poder ser decisivos en la formación del futuro Govern. Era una estrategia comprensible por la menor exigencia de votos que hay en Menorca para obtener representación parlamentaria. «Y ha intentado también aprovechar el tirón de Cs en Ciutadella», acusa Ayuso, quien considera que se ha perdido una oportunidad.

A pesar de la experiencia fallida, entiende    que habría sido una buena opción sobre todo para el Consell, «deberíamos ir unidos en una lista centrista» que, finalmente no ha sido posible. «Porque en vez de unir, han resultado maniobras para dinamitar el centro», dice. El resultado, según su punto de vista, será «aguantar otros cuatro años de desgobierno» en la institución menorquina.

Tampoco las encuestas les otorgan garantías de representación en los organismos supramunicipales. «Lo sabemos, pero es una cuestión de dignidad, hemos tenido ofertas de otros partidos y optamos por ir a la pelea».

Sometido a una dinámica de supervivencia tras el desgaste que ha sufrido la marca naranja en todos los ámbitos, agota en las próximas elecciones sus opciones de existencia. Morir con las botas puestas es la opción elegida, lo reconoce, y apela a la legitimidad de su proyecto político y a un apoyo ciudadano que no se manifiesta realmente hasta la apertura de las urnas.

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El Pi solo concurrirá en Ciutadella, si logra completar el equipo

Proposta per les Illes, El Pi, aparece como el gran damnificado por la fragmentación que ha sufrido el espacio electoral centrista. Sufre la factura de su crisis interna que, en Menorca, ha provocado la aparición de XBalears, liderada por José Cantallops, quien había sido la cara visible de la formación regionalista en la Isla.   

Su participación electoral el 28 de mayo será prácticamente simbólica. Toni Bosch, el líder menorquín de El Pi, señala que cuenta con un grupo de ocho o diez personas en Ciutadella y que concurrirán a las elecciones solo si logran completar el equipo. Apela al nivel de exigencia que el partido se ha marcado, «no admitimos a cualquiera, trabajamos por un proyecto de futuro, la política no ha de servir para resolver situaciones personales. Hay gente que se ha ofrecido y la hemos rechazado», agumenta.

Reconoce Bosch el intento de alcanzar un acuerdo con Ciudanos, «no han acabado las negociaciones pero la verdad es que hay pocas posibilidades». Elude, sin embargo, que El Pi haya sido la causa del desacuerdo, como afirma el coordinador de Cs.

Se refiere a la escisión de XBalears «como una aventura de protagonismo personal, que respetamos, nosotros somos moderados y en política no todo vale. Nuestro trabajo es a largo plazo, queremos el trabajo bien hecho», explica. «Hay una base importante de apoyo al centrismo y al regionalismo que representamos, pero asumo que la crisis que hemos sufrido ha dejado secuelas y el partido rnecesita una reestructuración profunda», comenta en tono de autocrítica.

Apela a la representación que El Pi logrará en Mallorca, donde el partido cuenta con fuerte arraigo, para señalar que los intereses menorquines en el Parlament estarán bien representados.

Vuelven los ecos del viejo centrismo que llegó a gobernar

El panorama centrista muestra un contexto extraño, las afinidades moderadas acostumbraban a unir fuerzas en candidaturas locales generalmente como independientes desde finales del siglo pasado con experiencias como Independents de Menorca (Inme), que logró representación en varios municipos y hasta la Alcaldía de Ciutadella con Pau Lluch en el cambio de siglo. Esta vez ha crecido la oferta. Es Castell es un caso particular de fuerza centrista, Irene Coll fue alcaldesa un año por Indepedents Per Es Castell (IPEC) en 2007 en un gobierno de coalición con el PP. Ahora vuelve como número dos bajo esas mismas siglas, aunque se disputa el mismo espacio con el nuevo XBalears, que también compite en Sant Lluís, donde Inme gobernó igualmente.