El último pleno celebrado por el Consell en el mes de abril. | Josep Bagur Gomila

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Vox y Ciudadanos no suman sino que restan al PP, que se queda a un puñado de votos del sexto conseller. La división perjudica más a la derecha que a la izquierda, que repetirá una mayoría holgada en el Consell, según los resultados de la encuesta realizada por el Instituto de Estudios Sociales Avanzados (IBES) para MENORCA • «Es Diari».

De acuerdo con este sondeo, el reparto de fuerzas en la institución menorquina solo sufriría un cambio respecto al mosaico actual, la absorción del conseller de Ciudadanos por la lista que encabeza Dolfo Vilafranca para el PP. La izquierda mantendría la misma composición con mayoría suficiente del actual pacto de gobierno, que se podría permitir incluso prescindir de la consellera de Unidas Podemos y volver a la vieja historia de coalición entre socialistas y nacionalistas.

Esa es la composición más probable de lo que salga de las urnas en función de la intención de voto expresada en la encuesta. El PP roza el sexto conseller, que iría en detrimento de Més per Menorca en un contexto que recuerda al de cuatro año atrás. Entonces, el último conseller se lo adjudicó el partido menorqunista por un cociente favorable de 82 votos en la división de la ley d’Hont. Ambos suben sus expectativas y apuntan a repetir la disputa por un escaño.

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Por la izquierda, el PSOE sigue siendo el primero, aguanta el desgaste del gobierno y baja sus expectativas solo dos puntos respecto a las pasadas elecciones. Su principal socio de gobierno recibe el trasvase de uno de esos puntos y sube ligeramente, aunque no tendría garantizado el tercer conseller.

El más perjudicado entre los tres partidos que forman el actual equipo de gobierno y que completa el ala izquierda es Unidas Podemos, que cae del 11 por ciento de los votos al 8,4, pero, salvo que la tendencia de descenso vaya a más en la última semana de campaña, su representación está garantizada.

El desequilibrio de la derecha

La caída global del cuatro por ciento del voto a las candidaturas de izquierda no es aprovechada por la derecha, donde la correlación de fuerzas está desequilibrada a favor del PP. La previsible subida de Vox resulta insuficiente, no alcanza el umbral mínimo, fijado en el cinco por ciento, para entrar en el reparto de escaños. En el caso de Ciudadanos, su también previsible descenso, se confirma en el sondeo y le deja sin ninguna opción de obtener representación.

Sin embargo, ambos partidos contribuyen decisivamente a que el PP vuelva a quedarse a las puertas del cambio. Una proyección con la suma de los votos estimados de esas candidaturas le situaría con opciones de alcanzar la mayoría absoluta.

El apunte

El 'precio' del escaño del Consell está en los 2.700 votos

Obtener un escaño exige al menos un siete por ciento de los votos emitidos. Si se toma como referencia el total de votantes de 2019 serían 2.760, aunque el último escaño de esas elecciones fue adjudicado con 2.317. Elementos como la participación general y las diferencias entre los dos más votados y los siguientes tienen gran influencia en el reparto, pero en todo caso, el cinco por ciento fijado como umbral no basta para llegar.

Vox obtuvo en aquella comparecencia, la primera en unas elecciones locales, 1.053 votos y una proyección realizada con el porcentaje del sondeo le otogaría ahora poco más de 1.800, lo que supone que necesitará otros mil sufragios para alcanzar representación en el Consell.

Tanto la encuesta del IBES como las que han encargado algunas formaciones como el PSOE y Més le situaban con opciones de obtener un conseller, pero el trabajo demoscópico del IBES aleja mucho esas expectativas.

De acuerdo con el sondeo, solo cuatro candidaturas aparecen con fuerza suficiente para entrar en el reparto final de escaños, lo que supone que se reduce en uno el número de grupos de la corporación.