Jesús Gomila y los otros cuatro concejales del PSOE mostraron su decepción con L’Entesa. | Gemma Andreu

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El PP se ofreció al PSOE para formar un gobierno conjunto en Es Mercadal antes de decantarse por L’Entesa. Los populares estaban dispuestos a dar apoyo a la candidatura de Jesús Gomila si aceptaba cederles áreas de gobierno. Ambos habían encontrado puntos de acuerdo en lo programático y los socialistas se comprometían a contar con los populares para desarrollarlos, pero no estaban dispuestos a alcanzar una coalición de gobierno «por principios ideológicos, por las diferencias políticas que hay entre los dos partidos».

Socialistas y populares se reunieron en dos ocasiones para explorar las opciones de gobernabilidad. La primera el 8 de junio, a modo de tanteo. La segunda, la tarde del 16 de junio, en la víspera del pleno de investidura, a la vista del fracaso de las negociaciones con L’Entesa. Los socialistas querían el apoyo de los populares sin ceder áreas de gobierno, mientras que los populares, según la versión del PSOE, habrían exigido el compromiso de que no terminarían pactando con L’Entesa, posibilidad a la que los socialistas no quisieron cerrar la puerta definitivamente.

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Son retazos de la intrahistoria de una silenciosa negociación a tres bandas cuyo desenlace ha dejado al PSOE en estado de shock. Los socialistas culpan a L’Entesa de haber roto la negociación cuando estaba muy avanzada y no se explican por qué se han avenido a pactar un gobierno de coalición con una formación aparentemente antagónica en lo ideológico. Por su parte, el candidato de L’Entesa, Joan Palliser, ya alcalde gracias a los votos del PP, reconoce que «hubo acercamientos, pero no fueron suficientes». Fue la asamblea de L’Entesa la que el martes 13 de junio decidió romper unilateralmente las negociaciones y se negaron a retomarlas, más allá de conversaciones informales. Palliser asegura que no hubo ninguna influencia externa en esa decisión y continúa extendiendo la mano para alcanzar un gobierno de concentración. No va a ocurrir, el PSOE ya ha decidido que sus cinco concejales estarán en la oposición.

Áreas del PP

En cuanto al extraño equipo entre L’Entesa y el PP que gobernará el municipio en los próximos cuatro años, el alcalde Joan Palliser asegura que todavía no hay nada cerrado, más allá de tener claro que el PP «quiere llevar la gestión de Fornells», donde ganaron con mayoría absoluta, algo que ve «coherente».    Por su parte el PP deslizaba algunas áreas de las que se harán cargo como Hacienda, Transportes, Ferias y Mercados, así como Comunicación. El primer teniente de alcalde será del PP, que meterá en el gobierno municipal a tres de sus cuatro concejales electos (la excepción será Richard Riera), por lo que se presume un equipo repartido en seis concejalías además de la Alcaldía.

El apunte

Jesús Gomila asegura que L’Entesa rompió con el acuerdo casi cerrado

Los cinco concejales del PSOE comparecieron ayer en una rueda de prensa para dar su versión del pacto frustrado con L’Entesa. Los socialistas aseguran que el lunes 12 de junio «teníamos un principio de acuerdo» y que solo quedaban por resolver «cuatro puntos que eran negociables». Es por ello que no entienden por qué dos días después les comunicaron que se rompían definitivamente las negociaciones.

Los socialistas desgranaron los encuentros mantenidos tanto con el PP como con L’Entesa, y detallaron los acuerdos que habían alcanzado, en un ejercicio de transparencia a posteriori. De las 41 áreas de gestión del Ayuntamiento, los socialistas habían aceptado ceder 20 áreas a L’Entesa, que en un principio, subrayó, reclamaba todas las áreas de peso del Consistorio. «El acuerdo estaba casi cerrado y nos comunican que rompen las negociaciones sin dar posibilidad de volver a hablar», relató Jesús Gomila, que volvió a dejar claro que su grupo no entrará en ningún gobierno de concentración y que quedará en la oposición. «Lamentamos profundamente que L’Entesa no haya querido llegar a un pacto de gobierno de izquierdas y progresista como había promulgado y difundido y que hayan decidido pactar con el PP contra sus principios políticos e ideológicos».

Gomila negó que los socialistas hayan sido muy exigentes. «Hemos cedido en la mayoría de las cosas». Asegura que L’Entesa ya había renunciado a compartir la alcaldía y reconoció que durante las negociaciones no se llegó a hablar de temas programáticos, de las políticas a llevar a cabo.

Los cuatro puntos que, según la versión socialista, faltaban por acordar cuando la asamblea de L’Entesa rompió las negociaciones se antojan    ciertamente menores. Los socialistas querían celebrar los plenos cada dos meses y L’Entesa, cada mes. Se disputaban el nombramiento de un cargo de confianza. No se ponían de acuerdo sobre    el reparto de la figura del caixer batle de las fiestas. Y discrepaban sobre distribución de las dedicaciones de los concejales: «Ahora le toca a L’Entesa explicar por qué no quisieron seguir negociando».