Dolfo Vilafranca sentado entre el público, en el pleno en el que Juana Mari Pons Torres fue elegida alcaldesa de Ciutadella. | Josep Bagur Gomila

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Dolfo Vilafranca, aspirante a presidir el Consell de Menorca, ha concluido la ronda de contactos que se fijó como primer objetivo tras su apretada victoria del 28-M y esas conversaciones han incluido a Vox, aunque la discreción es la máxima absoluta en torno a un posible preacuerdo como el que este martes dio la presidencia de la Mesa del Parlament al diputado de Vox, Gabriel Le Senne.

El objetivo de Vilafranca es ser investido en una primera sesión, fijada para el sábado 8 de julio, bien sea con mayoría absoluta o, si no hay un acuerdo con Vox, en una segunda votación con mayoría simple. Si ese segundo supuesto no se da, pasadas 48 horas se convocaría un segundo pleno para desbloquear la situación y si tampoco se lograra, pasaría a ser investido como candidato de la lista más votada.

No es la situación ideal, pero se baraja. La fecha límite para la constitución del Consell insular es el 12 de julio, transcurridos 30 días hábiles desde las elecciones, pero el PP no quiere apurar ese plazo. Hay tiempo, quedan poco más de quince días y hasta ahora Vilafranca mantiene su postura de querer dialogar con todos; mientras tanto, los populares menorquines están a la expectativa de lo que sucede en otros hemiciclos e instituciones para tomar una decisión.

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Vox se quiere hacer valer

Mientras tanto, ayer en la Cámara balear se abría la puerta a un gobierno en minoría para la popular Marga Prohens tras el preacuerdo para conformar la Mesa del Parlament, pero inmediatamente después del pleno la portavoz parlamentaria de Vox en Balears, Idoia Ribas, insistía en que las negociaciones entre su partido y el PP siguen, afirmando que «nunca hemos renunciado a entrar en el Govern». Una postura para tomar nota en Menorca. La directriz de los de Abascal es clara, no van a adoptar una actitud pasiva, quieren acuerdos y hacer valer su presencia en las instituciones para incorporar sus líneas programáticas en los gobiernos donde el PP los necesita.

Tal vez por ello desde el entorno del futuro presidente del Consell se insiste en que no están cerrados al diálogo con todas las fuerzas, pese a que un gobierno en minoría con pactos puntuales se encontraría escollos hasta ahora insalvables como la ley de Reserva, el Plan Territorial o la finalización de la reforma de la carretera general.

Sin candidato alternativo a la vista

En cuanto a los grupos de oposición y dada la fractura actual de la izquierda, se ve complicado que los ecosoberanistas de Més apoyen a la socialista Susana Mora como única candidata de la izquierda, si no han podido firmar pactos en los ayuntamientos y el Senado, por lo que una mayoría simple con los seis votos del PP le bastaría a Vilafranca para ser investido en la primera sesión plenaria, sin meter a Vox en su gobierno, pero todo escenario ahora mismo está abierto.