Representantes del PSM y del PSOE durante las negociaciones para formar gobierno en Ciutadella. | Josep Bagur Gomila

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En apenas 18 días, los que van del 9 al 27 de junio, se han dinamitado todos los puentes que se habían tendido entre las fuerzas de izquierdas de Menorca, que les había permitido en los dos últimos mandatos formar gobiernos de coalición en la mayoría de los ayuntamientos de la Isla, además del Consell y del Govern.

En este mes de junio, tras los malos resultados electorales de la izquierda el 28 de mayo, se han visto frustradas hasta cuatro negociaciones entre el PSOE, Més per Menorca, Podemos, Izquierda Unida, a las que hay que incorporar el PSM de Ciutadella, así como las agrupaciones de electores de Ciutadella Endavant, Ara Maó y L’Entesa des Mercadal.

No hubo acuerdo para la lista unitaria de la izquierda para intentar lograr el acta de senador por Menorca, a la vez que tampoco ha habido pacto en los tres ayuntamientos en los que la izquierda suma mayoría: Ciutadella, Maó y Es Mercadal, lo que hace que al final durante este mandato, al menos de momento, no habrá ningún gobierno de coalición de izquierdas.

Los únicos pactos que han alcanzado las fuerzas progresistas han sido entre los partidos a la izquierda del PSOE, como la lista conjunta para presentarse en las elecciones generales con la marca Sumar Més (en la que hay Més per Menorca, Podemos e Izquierda Unida).

Portazo a la candidatura unitaria al Senado

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El primer pacto fallido fue para la lista al Senado, cuyo plazo para presentar coaliciones acababa el 9 de junio. Las negociaciones a contrarreloj fueron entre PSOE, Més y Esquerra de Menorca-Esquerra Unida, mientras que Podemos, en pleno pulso con Sumar a nivel nacional, se mantuvo al margen. Al final entre filtraciones de candidatos y vetos cruzados el acuerdo no fue posible, entre otras cuestiones por las reticencias de Més y EM de aceptar los candidatos de partido planteados por el PSOE.

La incapacidad de pacto que dio la alcaldía de Ciutadella al PP

Las negociaciones en Ciutadella, donde las tres fuerzas de izquierdas (PSOE, PSM y Ciutadella Endavant) con 11 concejales suman la mayoría, fueron las que dieron más que hablar, con reuniones maratonianas en los días previos de las fiestas de Sant Joan. Al final no llevaron a ninguna parte, y se rompieron de forma definitiva el 16 de junio, para que un día después el PP como la lista más votada lograra la alcaldía y pudiera constituir un gobierno en minoría. Las negociaciones primero encallaron por el reparto de la alcaldía. El PSOE quería los cuatro años; el PSM 2+2. Al final los socialistas cedieron a compartir la alcaldía, pero la exigencia socialista a última hora de un segundo cargo de confianza de Urbanismo, más la anécdota de la impresa sin tinta, hizo que el acuerdo saltara por los aires.

La pinza entre L’Entesa y el PP que aupó a Joan Palliser

En Es Mercadal, tras prácticamente en empate técnico en votos entre PSOE, L’Entesa y PP, parecía que la obligación era entenderse. Las negociaciones entre socialistas y la agrupación izquierdista se encallaron por la alcaldía. El PSOE quería hacer valer sus cinco concejales para mantenerla para sí, mientras que L’Entesa reclamaba compartirla. Se llegó a la investidura y todos pensaban que el candidato socialista Jesús Gomila sería nombrado alcalde por ser la lista más votada, pero un giro inesperado dio la alcaldía al líder de L’Entesa, Joan Palliser, al contar con el apoyo del PP, y sellar un acuerdo de gobierno contranatural entre populares y L’Entesa.

Divorcio entre PSOE y Ara Maó que deja a Héctor Pons en minoría

Las últimas desavenencias en la izquierda se han vivido en Maó. Tras ocho años de gobierno de coalición entre el PSOE y Ara Maó este martes, 27 de junio, se ha consumado el divorcio. Los socialistas, con ocho concejales, tendrán que gobernar en minoría, mientras que los cuatro ediles de Ara Maó se van a la oposición. Héctor Pons fue nombrado alcalde en la sesión de investidura del 17 de junio, con los votos favorables del PSOE y de Ara Maó, aunque la negociación del gobierno se dejó para más adelante. Había acuerdo programático, incluso pacto en el reparto de las dedicaciones y tenencias de alcaldía y de quién sería el caixer batle durante el mandato. Las negociaciones encallaron por la distribución de áreas, y sobre todo por la petición de Ara Maó de querer gestionar Urbanismo, a lo que el PSOE se ha opuesto de forma rotunda y al final no ha habido acuerdo.