Pese a que el día de la Virgen del Carmen, patrona de la Armada Española y del mar, fue el pasado 16 de julio, los actos religiosos y festivos celebrados para conmemorar esta festividad han sido incesantes.
Primero lo hizo Maó, le siguió Fornells y este fin de semana llegó el turno de Ciutadella, que empezó a abrir boca el sábado por la noche con un accidentado concierto de habaneras del grupo Llambre que, ante los repetidos problemas con los focos y el sonido, optaron por bajarse del escenario y cantar entre el público.
Pero la fiesta grande llegó ayer. Primero, en la iglesia de Sant Miquel la Eucaristía en honor al alma de los pescadores fallecidos en el mar. Y, seguidamente, se inició la procesión.
La imagen de la Virgen portada a hombros en procesión durante todo el recorrido de bajada hasta Baixamar y, desde allí, hasta la bocana del puerto, donde diversas embarcaciones esperaban la llegada de la Virgen.
Acompañada por el clero y las autoridades, la imagen de la Virgen subió a bordo de la embarcación Valldemosa I para presidir la tradicional procesión marítima.
La jornada terminó con un aperitivo en el Bastió del Governador del Ayuntamiento de Ciutadella.
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