Los mahoneses se volcaron un año más en la celebración de la tradicional romería | Gemma Andreu

TW
6

El repique de las campanas de la iglesia de Santa Maria este sábado cuando el reloj marcaba las 17.30 horas anunciaba a las personas que desde hacía un buen rato ya se habían congregado en la Plaça Constitució que una de las celebraciones más tradiciones de las fiestas de la Mare de Déu de Gràcia, la romería de camino a la ermita, estaba a punto de comenzar. Una cita, como es habitual, muy concurrida, y a la que muchos acudieron, como animaban desde la organización de la fiesta, vestidos con los típicos trajes menorquines.

Así, la romería comenzó a desfilar al ritmo marcado por la música y los bailes el Grup Folklòric Es Rebost, acompañado por una agrupación invitada del mismo estilo que se desplazó desde Eivissa. Se sumaron en el desfile hacia la ermita los miembros de la Banda de Música de Maó, que interpretaron las melodías de canciones populares, y los Gegants de Llucmaçanes.

Noticias relacionadas

Durante el recorrido, fueron muchos los vecinos que esperaban a pie de calle en sus portales el paso del desfile, al igual que los residentes del Geriátrico, que pudieron disfrutar de la visita cuando faltaban 20 minutos para las siete de la tarde.

Los primeros miembros de la comitiva llegaron a la ermita justo dos horas después de su salida, y allí fueron recibidos por su rector, el capellán Miquel Sastre, quien se dirigió a los fieles con su mensaje de bienvenida y se procedió a entonar el «Ave María» en honor a la virgen. Acto seguido, el protagonismo recayó de nuevo en los grupos folclóricos y los gegants.

La fiesta comenzó a llegar a su fin a las 20 horas, con la tradicional ofrenda floral, y el desfile de los asistentes frente a la imagen de la patrona, un acto de veneración que de alguna forma marcó el inicio de la cuenta atrás para la fiesta grande la ciudad.