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Molestos y preocupados. Así se sienten los comerciantes de Es Castell ante la sucesión de hurtos de la que está siendo objeto el municipio.

La noche del domingo al lunes entraron a robar en la peluquería Loher situada en el Carrer Gran. Se hicieron con el contenido del cambio que habían dejado en la caja registradora, unos 75 euros, así como distintos productos de peluquería tales como pinta uñas, cremas o gominas, entre otros. Las responsables de la peluquería explican que cuando el lunes por la mañana acudieron al local una persona les informó de que la Guardia Civil había acudido al lugar puesto que se percataron de la rotura de un cristal. Explican que el ladrón entró tras golpear el cristal con un enorme pedrusco. Las dos hermanas denunciaron los hechos a la Policía Local. Informan a su vez que les consta que la óptica que se encuentra en la misma calle fue víctima de un intento de robo. El bar Bahía de la calle San José también sufrió un tentativa.

En la madrugada de ayer fue el bar del polígono de la localidad el establecimiento sufrió un asalto. La Policía nocturna del municipio se percató del forcejeo de las ventanas y de la reja de entrada en torno a las cuatro de la madrugada. Al sospechar de un posible robo, avisaron a los propietarios del local. Los ladrones se llevaron la caja registradora que contenía solamente el cambio para el día posterior, entorno a 50 euros. La propietaria indica que "solemos dejar la caja abierta para que no ocurran este tipo de situaciones pero sin querer le debimos dar un golpe, cerrándola". Y añade que "han provocado destrozos para obtener una recompensa poco gratificante", un hecho que le causa rabia e intranquilidad.

Fuentes de la Policía informan que el presunto autor de estos incidentes es un menor que fue detenido y que ha pasado a disposición de la Guardia Civil, además de estar controlado por la Policía Local.

Los agentes municipales han intensificado los controles policiales en Es Castell.