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La Asociación Patronal de Actividades Marítimas (APEAM) ha vuelto a lanzar la señal de advertencia de que Menorca, y en concreto el puerto de Maó, está perdiendo el tren de la competitividad al quedarse descolgado de las rutas turísticas de los grandes cruceros por falta de infraestructuras adecuadas.

Mientras Eivissa y Mallorca han adaptado sus puertos a los cruceros de nueva generación que desplazan más de 47.000 toneladas, Menorca no ha hecho nada para modernizarse, en opinión del delegado en Menorca de APEAM, José Ignacio Seguí Chinchilla. Así, la Isla se está quedando relegada a recibir cruceros pequeños que en un futuro próximo comenzarán a ser desguazados y aunque el próximo año el puerto de Maó registrará previsiblemente más escalas (117), el pasaje no crecerá al ritmo que lo seguirá haciendo en Eivissa y Palma, mercados competidores, Seguí echa mano de los números para apoyar su argumentación, y mientras la media de visitantes por buque en Menorca no supera las 800 plazas en los últimos años, Eivissa y sobre todo Palma rondan los 2.000 turistas por barco.

Por tanto, según el delegado de APEAM, el drástico descenso de un 26 por ciento en el número de cruceristas registrado el año pasado en el puerto de Maó (14.500 turistas menos) y el aumento de un 33 por ciento en la rada ibicenca no son datos extraños al ser puerto destino de grandes cruceros. "Autoridad Portuaria decidió hace años boicotear cualquier nueva infraestructura en Maó. Todas las inversiones se las llevó a Eivissa y Palma. La realidad nos ha pasado por encima con el beneplácito del ex alcalde Arturo Bagur", espeta el delegado de APEAM


Artículo completo en la edición de hoy del diario "Menorca"