Javier Vallbona Hernández - Elena

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Autoficha
Me llamo Javier Vallbona Hernández y tengo 28 años. Nací y vivo en Palma, pero estuve en la Feria de la Perdiz de Menorca realizando las demostraciones de cetrería. Trabajo en un restaurante familiar. Pertenezco a la Associació de Falconeria de les Balears. Me encanta el buceo.

¿Desde cuándo es aficionado a la cetrería?
Toda la vida, lo que pasa es que no conocía a nadie interesado en el tema. Hace cinco años conocí al presidente de la asociación en una feria. Él me enseñó cómo tenía a sus pájaros y cómo funcionaba. Decidí comprarle un harry e ir aprendiendo.

¿Qué cuidados requiere un ave destinada a cetrería?
Yo tengo dos harry, un cola roja, un búho real, dos cernícalos americanos y una lechuza. Deben tener su espacio adecuado, con madera y lugar resguardado. Cada día comen, se bañan, están al sol... Hay que tener paciencia ya que el adiestramiento requiere un trabajo. Se debe estar durante un mes, unas dos o tres horas diarias con el pájaro.

¿En qué consiste ese adiestramiento?
Primero hay que amansarlo. Debe ir viéndote poco a poco hasta que se acostumbra a tu presencia. Después, hay que bajar al ave de peso, para que tenga algo de hambre, así consigues que vaya a comer al puño y te vas alejando paso a paso. Posteriormente se suelta en el campo. Suelen volar día sí día no. Cuando acaba la temporada de caza, el pájaro engorda en su recinto, ya que no sale a volar. No tiene necesidad de hacerlo porque estas aves sólo vuelan para alimentarse y nosotros les proporcionamos la comida.

¿Qué ave le gustaría tener?
Me encantaría tener un halcón de Girifalte, que son los que emplean los árabes. Es precioso y tiene un vuelo espléndido. Cuando adiestras pájaros te das cuenta de lo inteligentes que pueden ser, es algo que nunca dejará de soprenderme.