Reunión. La sede de PIME, en el polígono industrial de Maó, acogió una nutrida y participada asamblea - Gemma

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Las ganas de intercambiar impresiones tras años de ir por libre se convirtieron en las auténticas protagonistas de la reunión que los empresarios portuarios celebraron ayer en la sede de PIME. Más de medio centenar de ellos respondieron a la convocatoria de la Asociación de Artesanos, Comerciantes y Restauradores del Puerto de Maó y mostraron su disposición de implicarse para que el entorno de la rada mahonesa recupere el "crédito perdido", en palabras de Manuel Lora, secretario de la entidad.

Lora llevó la voz cantante y, tras explicar cómo se había gestado en la zona del Muelle de Poniente la asociación hace casi cinco años, explicó cuáles eran las principales propuestas que se habían consensuado con empresarios de toda la rada mahonesa en las diferentes reuniones mantenidas las últimas semanas. Entre estas propuestas, destaca la apuesta decidida por dotar al puerto de Maó de unas condiciones de acceso que animen a menorquines y visitantes a disfrutar de este enclave.

En este sentido, los empresarios pedirán que se habiliten zonas de aparcamiento, hasta sumar unas 450 plazas, en el Paseo Marítimo, donde se proyectó la construcción del hotel Sa Punta, y en el Moll de Llevant, una vez queden desmanteladas las instalaciones de CLH. Sugieren también que se habilite un minibús eléctrico que recorra el puerto y facilitando la comunicación entre ambos extremos. Asimismo, solicitarán que se adecenten las calles y las cuestas que conectan la ciudad con la zona portuaria.

En clave de movilidad, el colectivo se refirió a la necesidad de analizar y profundizar en la propuesta de pacificar el tráfico rodado, una iniciativa que supondría la restricción de la circulación y de las tareas de carga y descarga en determinadas horas del día, entre otras posibles medidas.

Esto permitiría mejorar la imagen del puerto, un objetivo que, según el colectivo, podría complementarse con otras acciones como el soterramiento de contenedores, la delimitación del horario de limpieza, el cambio de ubicación del mercadillo del Parc Rochina, la potenciación de un mercado de productos menorquines o la mejora de la iluminación.

Marca de calidad y actividades
La creación de una marca de calidad que dote de un elemento de distinción al puerto de Maó, a sus comercios y restaurantes, es una de las principales apuestas que baraja el colectivo de empresarios portuarios. Esta marca se utilizaría para promocionar la zona portuaria, incidiendo en los operadores turísticos, y las actividades que deberían animarla, sobre todo en temporada estival. La Asociación de Artesanos, Comerciantes y Restauradores pretende involucrarse en la organización de propuestas de ocio para todos los gustos. Artesanía, gastronomía, folklore, actividades ecuestres, exposiciones al aire libre, cultura y, como no podía ser de otra manera, regatas y competiciones náuticas. En este sentido, Lora reconoció el interés de la entidad por contactar con Trapsa y el Club Marítimo de Mahón a fin de recuperar algunas de las actividades en el mar perdidas y promover nuevas.