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"En el Partido Popular son unos mentirosos en mayúsculas, pero esta vez han pasado la barrera". Con estas palabras Anna Pons Capella defendió ayer, arropada por la alcaldesa y otros dos concejales, su labor al frente de la Policía Local de Ciutadella. Con la constitución ayer de la mesa de negociación se iniciaron formalmente las conversaciones para intentar reformar el funcionamiento de la Policía "frente a un error político del PP en su época, que dejó en manos de servicios voluntarios cubrir según qué turnos, y con ello fueron ellos los que desestabilizaron el cuerpo, no nosotros".

La concejala rebatió una a una las acusaciones del PP. Primero, aclaró que con la propuesta de medidas urgentes de la que este periódico informó el pasado miércoles, y que son la base de las negociaciones actuales, "no se alteran ni los derechos ni los sueldos de los agentes. Solamente se habla de horas extras".

Pons quiso zanjar también el tema del presunto favoritismo hacia su marido. "Estoy harta de este tema. Que dejen en paz a mi marido, puesto que está en segundo actividad por culpa de un infarto y tras pasar por un tribunal externo", esgrimió. Sobre supuestos tratos de favor, Pons continuó asegurando que "durante mi mandato solamente ha habido un nombramiento, y ha sido mediante concurso".

La responsable de la Policía Local también respondió las acusaciones de haber enfrentado a los dos sindicatos: "Llevan más de tres años enfrentados, cuando gobernaba el Partido Popular, auténtico responsable de esta situación". Pons, habitualmente muy cauta en palabras pero ayer dura, concluyó su intervención asegurando que "una cosa es decir la verdad y que duela, pero otra cosa totalmente diferente es que se digan tantas mentiras juntas sobre este tema. Estoy harta".