Maó. Tras la lluvia que deslució la jornada del viernes, los libros salieron a la calle - javier/Myriam traid

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Entre la ilusión de recibir un libro con su dedicatoria, la decepción de no encontrar el título deseado o la extrañeza de un niño que ve cómo su madre le frena tras coger aquel volumen colorido, "espera polit que hem de pagar". Sant Jordi se tomó ayer la revancha y centenares de libros y de personas salieron a celebrar, con un día de retraso, la fiesta de las letras y las rosas bajo un sol espléndido.

Del Poniente a Levante, calles y plazas se vieron concurridas a lo largo del día, en una celebración en la que no faltaron talleres, entregas de premios, música y presentaciones de libros. En este apartado, Ciutadella se llevó la palma, con hasta cuatro títulos a presentar, "El joc de la participació" de Francesc Florit, "Procediment abreviat" de Moi Dolz, "Lokus" de Ponç Pons, y "L'escriure de Ponç el menorquí", de Jesús Villalta.
En la ciudad de Poniente la palabra se enseñoreó del atardecer con glosa a cargo de Soca de Mots, horas después de que la Banda Juvenil de la Escuela Municipal de Música y Danza llenara la tarde de ritmo y melodía. Lo mismo que había hecho por la mañana Menorca Swing Band en Es Mercadal.

Premios en Es Castell
En el Ayuntamiento de Es Castell se entregaron los Premios. Àngel Ruiz i Pablo. Julia de la Fuente, con "Immaginació", obtuvo el distintivo al mejor cuento y Cristina Borrás, con "Errors del passat", a la mejor narración corta.