Antoni Pons Morlà - Gemma

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La constancia hace que se alcancen muchas de aquellas metas que de antemano se nos antojan utópicas, prueba de que el hombre, el ser humano, es capaz de "mover montañas", Eduardo Punset diría que la capacidad de la mente humana es ilimitada… Trabajo, constancia, ilusión, vocación y sacrificio son factores determinantes en este peregrinaje en pos de un sueño, de una ilusión; sueño e ilusión que Antoni Pons Morlà hizo realidad, ser músico, porque sentía las sensaciones de ese lenguaje universal -el más universal de todos los lenguajes- y quería trasmitirlas, poniendo su acento, su forma personal de interpretar dichas sensaciones.


Sí, estudié en Alaior, en La Salle, pero en mí se dio una circunstancia poco frecuente y es que a los cinco años, cuando comencé a ir al colegio, sabía leer una partitura musical y no sabía absolutamente nada de cifras y letras; tal situación se debe a que empecé primero con la música antes que con los números y letras.

¿Y quién te introdujo en éste mundo?
Un vecino que tocaba en la banda municipal de música, él fue quien me enseñó solfeo, luego mis primeros profesores fueron Juanito Tudurí y Jaime Calafat.

Todo ello ¿con la visión puesta en un futuro profesional?

No, nunca me había planteado vivir de la música, esto llegó más adelante; la música me atraía y estaba en ello por placer pero profesionalmente al dejar los estudios me dediqué al negocio familiar.

Un negocio que ahora regenta tu hijo.
Efectivamente un negocio de maquinaria y ferretería con cierta solera especialmente en Alaior y cuya dirección asumió mi hijo.

Lo que supuso para ti un cierto "alivio".
Diré que sí, porque desde la inauguración del Conservatorio en que acepté la propuesta de Marlén Coll compaginaba ambas cosas, dualidad, la de profesor en el Conservatorio y gerente en el negocio familiar, que implicaba un gran esfuerzo por mi parte por lo que decidí dedicarme exclusivamente a la música.

Por referencias sé que tu hija eligió el mundo de la música, aparcando las matemáticas.
Efectivamente; ella estudió ambas materias, Matemáticas y Música y ya titulada se presentó a unas oposiciones para entrar en la Orquesta de RTVE, y al obtener la plaza de violinista, se decantó por esta materia; posteriormente, tras nueve años en dicha orquesta prefirió dedicarse a la enseñanza musical que ejerce en el Conservatorio de Madrid, después de haber superado las oportunas oposiciones.

Y tu hijo, ¿siente también esta pasión?
También y es violinista e incluso actúa pero como amateur.

Dedicarse a la música, llegar a ser profesional en este "lenguaje", ¿requiere vocación?
Yo diría que es un requisito imprescindible; la música, en el terreno en que hablamos, requiere vocación, aptitudes, constancia y un gran esfuerzo hasta el extremo de que hay alumnos de los que compaginan los estudios musicales con el Bachillerato que han abandonado una de dichas actividades, porque no se sentían con fuerzas suficientes para afrontar el esfuerzo que el estudio de ambas disciplinas implica.

Los entendidos afirman que la música aporta determinados "valores añadidos", ¿es así?
Lo es, puede que más que valores, ventajas como puede ser el aplomo, la seguridad en uno mismo, la concentración o el autocontrol, de ahí la importancia que la música tiene en la formación del individuo como persona.

En la historia musical menorquina la creación del Conservatorio constituye un hito importantísimo.

Efectivamente porque desde la creación del Conservatorio todo el mundo musical menorquín se ha beneficiado, las bandas, las corales, los conjuntos musicales, etcétera, etcétera, que se han ido nutriendo de nuevas músicas que han aportado mayor calidad a las mismas; te apuntaré un dato significativo y es que, actualmente en la JONC (Jove Orquesta Nacional de Catalunya) cuatro de sus componentes son menorquines salidos precisamente del Conservatorio, lo cual viene a confirmar la importancia del mismo
Dejando a un lado la definición "reglada" de lo que es la música, para ti, ¿qué es?
La forma de expresar cualquier tipo de sentimiento tanto o más importante que la palabra; la música es capaz de expresar amor, ternura, temor, odio; va del "frío al calor", es algo sublime incluso pienso que no podría existir un mundo sin música y creo que sin música, la humanidad sería muy diferente a la que conocemos.

Quico Félix, conocedor de esta parcela e íntimamente ligado a ella y a JJMM, me dijo que Maó necesitaba un auditorio y a ser posible junto a la hipotética nueva sede del Conservatorio, ¿opinas igual?
Desde luego que sí, aunque me temo que es difícil que ambas cosas se lleven a cabo a la vez, pero sería lo ideal; el Teatre Principal -la joya de la corona- es todo un lujo, sobre todo para determinadas actuaciones artísticas, como la ópera, el teatro, conciertos corales, recitales pero para conciertos de orquesta de música clásica, pongamos por caso, un auditorio es lo adecuado.

Recientemente el Cor Illa de Menorca cumplió su X aniversario. ¿Qué recuerdos evocaste en dicha celebración?
Muchos, sobre todo el entusiasmo de todos los que estuvimos en la línea de partida, algunos de ellos, lamentablemente nos han dejado, recordé especialmente a Ramón Petrus Tejedor que fue decisivo en la fundación del "cor" y la gran satisfacción que habría experimentado… recuerdos inolvidables y mucha felicidad por el trecho que hemos cubierto.

Tú fuiste fundador o cofundador y al propio tiempo director.
Sí aunque me gusta decir que desde su inicio Martina Garriga y yo hemos compartido responsabilidades en el campo musical, ella como directora del coro y yo como director musical.

Algún sacrificio te habrá significado estar ahí en primera línea. ¿Lo hubo o los hay?
Muchos, no hay que negarlo, pero los asumo con satisfacción porque es algo que me gusta y que me realiza; ten en cuenta que termino mis clases en el Conservatorio a las 21.30 horas y que luego empiezan los ensayos del coro, pero, repito, estoy haciendo lo que verdaderamente me llena.

¿Cuántos integrantes componen el coro?
Sobre 60; en el concierto del Teatre Principal fuimos 56, porque siempre se producen algunas bajas imprevisibles, pero la cifra que te he dado de 60 es la real.

En el Conservatorio cubriste una etapa como director del mismo. ¿Durante cuánto tiempo?
Unos cuatro años; etapa muy gratificante; actualmente soy profesor titular siendo mis asignaturas: "Lenguaje musical" y "Piano de acompañamiento".

El violín y la flauta, además del piano son tus especialidades, ¿es así?
Sí, pero "colgué" el violín y la flauta y me dedico especialmente al piano.

¿Y el órgano?
Me imagino que lo dirás por los 11 años en que fui el organista de la Iglesia de Santa Eulalia de Alaior; también lo dejé pero sigue gustándome por las características especiales que todo órgano tiene y no digamos el de Santa María.

En Menorca siempre ha habido excelentes voces, no cabe ni recordar a Joan Pons como el máximo exponente pero, actualmente, ¿también surgen?
Como dices siempre las hubo pero actualmente no conozco casos tan determinantes como el de Joan Pons o como en su día fueron el de Simón Orfila o el de Maria Camps; Lorena Medina despunta y puede llegar lejos pero, aparte de ella, yo no conozco a nadie más; puede que los haya, pero repito, yo los desconozco.

Tú tienes una filosofía particular con relación a este mundo.
La de apoyar al máximo a los músicos y cantantes jóvenes de Menorca; mi "obsesión" es que la orquesta esté integrada toda ella por músicos menorquines, ya sean alumnos o ex alumnos del Conservatorio.

Hay en tu currículum una faceta poco conocida, la de "rockero", ¿lo recuerdas?
Claro que sí, con menos años y más pelo… tenía 18 años cuando con unos amigos de Ciutadella organizamos un conjunto "Els Striks", grupo que actuábamos en diversos locales de la Isla con mayor o menor éxito; estuvimos en activo durante tres años; además recuerdo que en ocasiones tocaba en Santa Eulalia y al acabar las vísperas salía de estampida para llegar a tiempo al lugar en donde el conjunto actuaba.

Pero también estuviste en otras "batallas".
Estuve, porque la música me gustaba y me gusta a rabiar; durante 11 años toqué en la banda municipal de Alaior de la que fui director por espacio de tres años; como también participé como músico (violín o flauta) y por espacio de 13 años, en las funciones que se organizaban en el Teatre Principal y asumí, asimismo la dirección de la Orquesta del Conservatorio por espacio de 23 años.

Otra de tus facetas es la de estudioso y "recuperador" de los trabajos realizados por destacados músicos menorquines.
Efectivamente porque entiendo que es bueno profundizar en nuestras raíces, sobre todo cuando, como ocurre en este caso concreto, contamos con un legado de gran importancia que merece ser conocido como es el de los maestros Benet Andreu, Bartolomé Mir, conocido como "es mestre de la Casa", Margarita Orfila o José M. Taltavull.

En cuanto a los gigantes de la música, los Beethoven, Bach, Brahms, Mozart, Vivaldi y toda una larga lista, me imagino que tendrás tus preferencias, ¿cuáles son?
Partiendo de Mozart, pasando por todos los románticos como Franz Liszt, Rachmaninov, Chaikovski y otros muchos llegaríamos a Verdi; todos me gustan unos más que otros porque, con sus diferencias, son extraordinarios, aunque como siempre ocurre, unos te llegan más que otros.

Como por ejemplo …
A los latinos Verdi, que "habla" con el corazón nos llega más; Wagner, por el contrario y a pesar de su grandiosidad, no es tan cercano, nos llega menos, es de otra cultura.

Entiendo que el carácter de cada uno de nosotros influye en las preferencias personales.
Desde luego que sí; a quienes somos vehementes, extrovertidos Verdi nos "abre" el corazón; Mozart que "obre el cervell" -la inteligencia- es el preferido para los más serenos, los que buscan la intimidad, pero los dos son extraordinarios.

Tus hobbies, ¿cuáles son?
Todo cuanto se relaciona con la historia de Menorca; todo este mundo me gusta y me apasiona sumergirme en nuestro pasado cultural y artístico.

Cambiemos de tercio y entremos en otro apartado, porque tú hiciste tus pinitos en política, algo poco conocido de tu "ficha técnica".

Pues sí, en las primeras elecciones democráticas, las de 1979 integré, con el número 13, la lista electoral para el Ayuntamiento de Alaior de la Candidatura Progresista que encabezaba Miguel Alcina; luego me separé de este mundo que realmente no es el mío.
Pero tendrás tus propias ideas con relación a este importante apartado social.
Las tengo; antes, en las primeras etapas, la política era algo muy importante, serio y limpio, lenguaje que se ha ido deteriorando, ahora existe una excesiva profesionalización que daña al propio sistema democrático; aquella ilusión, aquel afán de antaño por trabajar para y por el pueblo, ha quedado difuminado en la opacidad de determinadas actuaciones personales y de los propios partidos políticos.

¿Algunas propuestas?
Las que se barajan a diario, listas abiertas y reducir el periodo de permanencia en un cargo público, a ocho años, a dos legislaturas o a dos mandatos; perpetuarse en el cargo priva de aire renovador a las instituciones y provoca situaciones indeseadas.

En este momento la Iglesia vive su particular vía crucis siendo muy criticada por determinadas actuaciones. ¿Cuál es tu punto de vista al respecto?
La Iglesia actual necesita un segundo "agiornamento" como el que se produjo en los años 60 y recuperar el espíritu de Juan XXIII para hacerse más humana y sensible a las necesidades del hombre y de la sociedad actual, porque hoy parece estar muy lejos de dichas necesidades.

Y de la juventud actual, ¿qué piensas?
Que desconoce totalmente la "cultura del esfuerzo"; los jóvenes no conocen lo que significa esforzarse por algo que les interesa; son producto de una forma de proceder equivocada, de una filosofía errónea, la de darles cuanto quieren sin exigirles ningún esfuerzo compensatorio; "massa fet i pastat", demasiadas facilidades y por si todo esto fuera poco, la televisión de cada día, les hace un flaco favor con sus programas carentes, la mayoría de ellos, de sensatez y de mensajes positivos.

Yo añadiría que la familia, en torno a este apartado, tiene su parte de culpa. ¿Lo ves así?
Lógicamente tiene su parte de culpa pero no hemos de olvidar que la familia es el reflejo de la sociedad, de ahí que la responsabilidad, en el sentido más amplio, corresponda a la sociedad en general básicamente por la falta de autoridad, no de autoritarismo, que la caracteriza y por la dejadez en otros valores.

¿Superaremos la crisis?
Pienso que sí, pero lo que me preocupa es que la gente no se de cuenta que la crisis que vivimos es una crisis de valores lo que significa que deberemos afrontar un cambio radical en el que el compartir será lo fundamental, y ahí radica el problema porque quienes hemos vivido en la opulencia deberemos rebajar nuestros niveles de vida en beneficio de quienes viven en situaciones menos favorables; el equilibrio en el compartir está el futuro de la humanidad.

Alaior siempre ha tenido una pujanza especial, con hombres que han sido "capdavanters" en la economía menorquina. ¿La savia nueva es idéntica a aquella?
No, como tampoco existe en Menorca aquel espíritu emprendedor del que antaño hizo gala; como te he dicho sigo opinando que nos falta recuperar "la cultura del esfuerzo", ellos la tuvieron y crearon "un imperio", ahora confiamos más en las subvenciones que en el esfuerzo personal.

En este momento de una placentera plenitud, ¿qué le pides a la vida?
Sobre todo salud.
Para poder disfrutar de la música, el "lenguaje más universal" y de los placeres más o menos complementarios que hacen más llevadero el esfuerzo del día a día.