Reunión. La alcaldesa informó ayer a los vecinos sobre las irregularidades encontradas

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Los vecinos del solar ocupado hasta hace unos meses por el Hotel Esmeralda expresaron ayer su deseo de que "los posibles culpables de la concesión de la licencia, así como aquéllos que, con su actuación o indiferencia, la han permitido, paguen de alguna manera su irresponsabilidad, porque Ciutadella –insisten- ya ha pagado un precio". "No esperamos ya –insisten- que el Ayuntamiento paralice la obra ni que este horrible edificio sea menos agresivo con el que, tiempo atrás, era un paseo tranquilo y espacioso y una entrada por mar a la ciudad, digna de admiración".

Para los residentes, ha quedado demostrado que las palabras de la alcaldesa, Pilar Carbonero, prometiendo una solución han sido sólo "pura demagogia" y "falsas palabras". "Carbonero nos ha dicho que ya estaba cansada de nuestras cartas, e incluso llegó a pedir nuestros nombres, apellidos y DNI's, como si nosotros fuésemos los culpables, para adoptar no sabemos qué tipo de medidas en nuestra contra". Por el contrario –aseguran-, "se pierde de vista a los que construyen sin licencia y que, con una actitud prepotente, se saltan las normas más básicas de convivencia".

Los vecinos de la zona creen que el hecho que el expediente pudiera ser, como afirmó Carbonero durante las reuniones que mantuvo con ellos, "un marrón heredado del anterior equipo de gobierno", no le exime de su posterior "falta de actuación", ni mucho menos de su proceder actual, "al permitir una construcción sin licencia desde hace más de dos meses". Esta situación –aseguran- "deja en entredicho la legalidad de la actuación del Ayuntamiento".

Los residentes de las viviendas vecinas del solar reparten también estopa contra los anteriores responsables del equipo de gobierno. En este sentido, afirman que "tenemos que agradecer esta lacra arquitectónica a pie de costa al grupo del PP, que con mayoría absoluta, aprobó el proyecto a propuesta de dos personajes [en referencia a Avel·lí Casasnovas y Llorenç Casasnovas] que esperemos que la Justicia haga pagar su inmoral conducta, y que el pueblo de Ciutadella no olvide quién no merece gobernar".

"Estamos ya cansados -añaden- de escritos, denuncias, llamadas a la policía y de lucha frente a una institución que no quiere enterarse de cuál es su trabajo. Hemos comprobado que un simple grupo de vecinos no tiene importancia para los gobernantes, más allá de la que podemos despertarle a las puertas de las elecciones".

Los vecinos llegan más allá y animan "a todos los ciudadanos a denunciar los abusos de poder, porque –afirman- es la única manera de parar a los delincuentes que, disfrazados de políticos, se presentan con el único interés de enriquecerse a sí mismos, y a sus amigos y familiares, arruinando, si es necesario, a todo un pueblo o un país".

Los residentes creen que, tras la presentación de las denuncias contra la actual alcaldesa, los dos antiguos concejales de Urbanismo, Avel·lí Casasnovas y Llorenç Casasnovas, y el ex arquitecto municipal Miguel Sintes Coll, ahora es la Justicia la que debe hacer su trabajo.

Un vecino asegura que Carbonero grabó la conversación que ambos mantuvieron en el Ayuntamiento

Pilar Carbonero no sólo trató de conocer la identidad –nombres, apellidos y DNI's personales- de los firmantes de las cartas en las que, una y otra vez, se le pedían cuentas por el desarrollo de las obras. Si hacemos caso al testimonio aportado por uno de los vecinos, la alcaldesa pudo llegar incluso más lejos. Uno de los residentes de la zona contó a "Es Diari" que Pilar Carbonero se sirvió de una grabadora para registrar la conversación que ambos mantuvieron hace varios días en el despacho de la alcaldía. Según la versión ofrecida por el residente, Carbonero le advirtió, antes de empezar la grabación, que la conversación quedaría registrada. Este mismo ciudadano, que había sido citado a instancias de la propia Carbonero, se dirigió días después a la secretaria de la alcaldesa para requerirle una copia de la grabación. La funcionaria le comentó que la grabación no se había realizado satisfactoriamente, por problemas mecánicos.