COMERCIOS. El resultado de los primeros meses de año ha sido peor que el del pasado, no aparecen los síntomas de recuperación - Cris

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Hace aproximadamente un año, la vicepresidenta del Gobierno y ministra de Economía, Elena Salgado, puso de moda una expresión para referirse a la aparición de algunos indicadores que permitían vislumbrar una cierta mejoría de la situación económica (en realidad, se refería a una moderación del aumento del desempleo). La vicepresidenta vaticinó que los "brotes verdes" de la recuperación no tardarían en germinar. Esa locución hizo fortuna y, desde entonces, cada vez que ha aparecido algún síntoma de mejora en la crítica situación económica, no ha tardado en surgir quien asegurase que los consabidos brotes comenzaban a nacer.

En los últimos días el Banco de España ha informado de que la economía ha salido de la recesión con una subida del 0,1 por ciento del PIB entre enero y marzo con respecto al trimestre anterior. Éste ha sido el primer dato de crecimiento positivo después de seis trimestres consecutivos de caída, aunque el resultado interanual ha arrojado una pérdida del 1,3 por ciento del PIB. De hecho, el ejecutivo aún espera para este año una caída del 0,3 respecto a 2009.

Anteayer, el conseller de Economía balear, Carles Manera, subrayó que en la economía del archipiélago se perciben ya algunos indicadores esperanzadores como la mejora del mercado laboral y del movimiento comercial. Según el conseller, estos datos señalarían un repunte de la situación que permitía augurar "signos positivos de recuperación" a partir del segundo semestre del año. Ante la interpretación que se podía hacer de sus palabras, Manera quiso ayer dejar claro que no había hablado de brotes verdes.

La aparición de los mencionados indicadores y las consiguientes interpretaciones motivan el interés por tratar de aclarar la situación buscando ejemplos en los sectores más representativos de la economía menorquina. Preguntamos a diversas empresas si notan ya o no el dichoso reverdecimiento.

Las respuestas fueron, lógicamente, muy diversas, pero de ellas se pueden sacar algunas conclusiones. Las empresas que, en mayor o menor grado, han experimentado una mejora con respecto al año pasado, caso de la inmobiliaria, la empresa náutica, la bisutera, la constructora y el concesionario de automóviles, son aquellas en las que el de 2009 fue un ejercicio pésimo. Y en todas ellas, el repunte viene acompañado de matices inquietantes.

En uno de los casos, el del comercio, el resultado de estos meses ha sido aún peor que el del año pasado, y tres de las compañías consultadas podrían situarse, en alguna medida, en un estadio intermedio aunque preocupante. Se trata de la factoría de calzado, el hotel y el restaurante. El negocio de alquiler de coches, en el que el año pasado arrojó un buen resultado y que espera conseguir el mismo rendimiento en 2010, es una excepción.

El caso de Calzados Ria, factoría radicada en Ferreries, es aún difícil de establecer porque está en medio del reabastecimiento de las zapaterías con las que trabaja. El gerente, Carlos Truyol, explica que, si bien los pedidos de invierno fueron más que los del año anterior, las reposiciones de esas remesas marchan a un ritmo "más flojo" que en 2009.
El director gerente de S'Algar Hotels, Carlos Sintes, cuenta que "la sangría de visitantes se ha taponado", ya que se ha producido una "leve mejoría", pero precisamente para atraer a más turistas, tuvieron que bajar los precios, lo cual ha mermado la rentabilidad.

Alejandro García, encargado del café restaurante Pasarela, en el puerto de Maó, asegura que la situación actual es parecida a la del año pasado por estas fechas y que su establecimiento va "a peor" desde 2005, porque la temporada alta se hace cada vez más corta.