Menorca y la crisis - zaca

TW
0

Las draconianas medidas que anunció anteayer el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, han provocado unas reacciones proporcionales a su dureza. No hay que olvidar que el jefe del Ejecutivo siempre ha hecho del gasto social una de sus banderas, y desde el estallido de la crisis ha rechazado de plano que la salida de la recesión conllevara hacer recortes. Es más, hace sólo una semana contradijo públicamente a las voces que le pedían una reducción inmediata del déficit alegando que la recuperación llegaría de la mano de la inversión pública.

Ante estos antecedentes, no es de extrañar que los severos recortes que propuso el presidente en el Congreso hayan recibido una airada respuesta por parte de algunos sectores y hayan causado un cierto estupor en algunos miembros de sus propias filas.
Zapatero pidió a todas las administraciones que se aplicaran también en la reducción del gasto. El president del Govern balear, Francesc Antich, declaró ayer que considera "lógico y normal" que el esfuerzo para recortar el gasto público se traslade a todas las autonomías, e incluso se mostró dispuesto a rebajar el sueldo de los miembros de su Ejecutivo.

En el Consell de Menorca la reacción no fue tan decidida. El conseller de Servicios Generales y Trabajo, Biel Subirats, explicó que el gobierno insular está "valorando las opciones" pero que aún "no hay ninguna decisión en firme". "Sólo han pasado 24 horas desde el anuncio", añadió. En cualquier caso, Subirats aseguró que las cuentas de la institución insular están saneadas: "El endeudamiento del Consell está proporcionado a su capacidad de retorno y a sus ingresos corrientes", señaló. Cabe recordar que la plantilla de la institución está formada por 460 personas, entre funcionarios (344) y personal contratado por obras y servicios (116). La oposición considera que se debería reducir esta partida.

Con respecto a las inversiones estatales en Menorca, el conseller agregó que "aún no sabemos qué consecuencias tendrán las medidas anunciadas", pero interpretó que las obras ya licitadas seguirán su curso. En el mismo sentido, la consellera balear de Interior, Innovación y Justicia, Pilar Costa, declaró que el ejecutivo autonómico retrasará las inversiones públicas previstas para este año que "aún no están comprometidas ni ejecutadas".

Desde el Ayuntamiento de Ciutadella, la alcaldesa Pilar Carbonero reconoció que, aunque "los recortes sociales son siempre complicados", las medidas de Zapatero "son necesarias". En lo que se refiere a la contención del gasto municipal, Carbonero asegura que en la ciudad de ponent "somos pioneros en la reducción de sueldos", ya que los salarios que perciben los cargos de esta institución son hoy un 31 por ciento más bajos que en la legislatura anterior. Esto se debe, a dos reducciones que se practicaron desde su llegada al gobierno municipal, una al inicio del mandato y otra a finales del año pasado.
El alcalde de Maó, Vicenç Tur, rehusó hacer declaraciones a este respecto, pero fuentes del Consistorio aseguraron que se está estudiando qué posición tomará el gobierno municipal y que se responderá a esta incógnita "a la mayor brevedad posible".