Oposición. Los asistentes aplaudieron las intervenciones de los representantes sindicalistas que dijeron no a los recortes - Gemma Andreu

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Unas 250 personas se sumaron ayer en Maó al acto de protesta convocado por las organizaciones sindicales CCOO, UGT y STEI en contra del plan de ajuste aprobado por el Gobierno central para contener el déficit público.

En su intervención en la plaza Miranda, el secretario general de CCOO, Ramon Carreras, aseguró que "no es cierto que no haya dinero público, sino que se lo han quedado determinados cargos". Recordó que es necesaria una respuesta a nivel europeo para hacer frente a los recortes anunciados por la administración central, y advirtió que los sindicatos están "para defender los servicios públicos, porque si se privatizan, se privatiza lo que es nuestro".

En otro sentido, afirmó que "los verdades agujeros en Balears están en el dique de Ciutadella, que todavía no sabemos cuánto dinero ha costado, en el Palma Arena o en el Aeropuerto de Menorca". Por último, aseveró el sindicalista que "con los 190.000 euros anuales que cobra el presidente del Estado, es él quien debería haberse bajado el sueldo, no un 15, sino hasta un 50 por ciento".

En nombre de UGT habló su secretario general, Servando Pereira, quien hizo una referencia directa a la respuesta recibida a esta convocatoria: "Nos pensábamos que iba a asistir mucha más gente, pues éste es sólo el principio de una serie de recortes. Empiezan por lo público, pero el día 16 el presidente Zapatero ya tendrá encima de la mesa la reforma laboral que puede ser mucho peor de lo que se está planteando en estos momentos".

Pereira pidió a los presentes que secundaran la huelga general del día 8 porque hasta entonces "estamos seguros que no se va a llegar a ningún acuerdo".

Juan Andrés Bernabeu, el secretario de salud laboral de CCOO en Menorca, subió a la palestra para recordar que "se castiga al personal sanitario con un recorte salarial del que tardaremos en recuperarnos años".

"Estamos asistiendo a un adelgazamiento de los presupuestos sanitarios que nunca habían existido y que este año ya ha sido del 7 por ciento en Balears. Se está favoreciendo la privatización y el desmantelamiento de los servicios públicos", aseguró Bernabeu.
El representante del personal sanitario terminó su discurso expresando su "no rotundo a la congelación de las pensiones y no a los recortes en ayuda a la dependencia, sin olvidar el drama humano que sufren cuatro millones de parados".

Bernabeu, al igual que el resto de sindicalistas, pidió que no se culpara a los funcionarios de la crisis, "pues son otros los que la han producido".

Todos los asistentes quedaron emplazados a unirse a la huelga general del día 8.