Huelga. El seguimiento fue dispar según sectores, pero en general apenas se dejó notar en la Isla. - Cris

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Baile de cifras en Menorca en relación al seguimiento del paro de los funcionarios convocado ayer por los sindicatos CCOO, UGT y CSI-CSIF en protesta por los recortes salariales decretados por el Gobierno para reducir el déficit público. Mientras que los sindicatos situaron el seguimiento de la huelga entorno al 75 por ciento, con porcentajes dispares según sectores y con la airada queja por el exceso de servicios mínimos, el Govern recortó esta cifra al 8,9 por ciento en la Administración autonómica. Según fuentes oficiales, en las oficinas de la Administración central el porcentaje fue del 11'8 por ciento y en el Consell del 40 por ciento, aunque el seguimiento fue inferior en las empresas públicas o participadas por los ayuntamientos.

Al margen de esta guerra de cifras, si el éxito de una huelga en el sector público se mide por su afectación al usuario, se podría decir que por lo visto ayer en Menorca, el paro de los funcionarios apenas se dejó notar. El personal sanitario se movilizó prácticamente de forma simbólica, de hecho, el sindicato médico de Balears y el de enfermería SATSE no secundaron la huelga al entender que llegaba tarde. En el Hospital Mateu Orfila algunos trabajadores se manifestaron a las puertas del centro al mediodía pero prosiguieron su jornada laboral al entender que la protesta no cambiaría el tijeretazo en sus nóminas. "He venido a trabajar porque la rebaja de sueldo me la van a aplicar proteste o no proteste. El pato lo pagan al final los usuarios. Además, estaría conforme con la rebaja si sirviera para algo, pero no será así y creo que se pueden hacer otros recortes que serían más útiles", explicó Mónica, una trabajadora del hospital poco antes de unirse a la protesta a las puertas del centro.

Normalidad
El paro apenas afectó a los usuarios. "Tenía consulta con el cirujano y me ha atendido sin problemas, a su hora", relató Pons Florit. Florencia tampoco observó nada diferente. "Teníamos cita en Traumatología y con el ortopeda y nos han atendido cuando tocaba.

Todo el mundo tiene derecho a la huelga, pero esto es un hospital", advertía sobre la necesidad de cubrir servicios esenciales para el ciudadano. De hecho, incluso algunas consultas se desarrollaron con mayor fluidez de la habitual. Esta sensación también fue constatada por algunos ciudadanos en la Oficina de la Seguridad Social de la plaza de la Biosfera de Maó. "Me han atendido muy bien. No he tenido que esperar. Tenía que darme de alta en la Seguridad Social y no he tenido ningún problema" señaló, poco antes de que un grupo de sindicalistas entraran en la sede e invitaran a sus trabajadores a sumarse a la manifestación convocada para la tarde de ayer. En las mesas, los funcionarios desarrollaban su labor con normalidad, prácticamente todos acudieron ayer a su puesto de trabajo.

En la acera de enfrente, en la oficina de Tráfico también se observó la misma escena. El seguimiento del paro fue prácticamente nulo y el público era atendido como un día cualquiera. En cambio, en la sede del Consell de Menorca muchas mesas estaban vacías, pero el servicio de atención al ciudadano funcionó con normalidad durante toda la mañana. "Sabíamos que había huelga, nosotros estamos en paro, pero teníamos que compulsar un título universitario y nos han atendido perfectamente", comentaron a las puertas de la institución insular Lucía y Luís. En los centros escolares tampoco se notó en exceso la huelga de los trabajadores públicos, ni en los juzgados, ni en el Aeropuerto y tampoco se registraron incidencias destacables.