peregrinos. 50 alumnos y varios adultos en el camino de Santiago - j. M. S.

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"Peregrinos no vagabundos", es la expresión que puede definir la peregrinación de los casi cincuenta chavales de confirmación y algunos adultos de la Parroquia de la Concepción de Maó que realizan a Santiago con motivo del Año Santo Compostelano. Partieron de Menorca el pasado lunes, para regresar el próximo jueves. Peregrinos, pues existe la meta: Cristo, a través del apóstol Santiago. Peregrinar a la tumba del Señor Santiago es ir al encuentro de las raíces apostólicas de la fe, aquellas mismas sobre las que preguntaba el Papa Juan Pablo en su primer viaje a esta ciudad. Son para ellos días intensos de espiritualidad, convivencia y austeridad. Todo ayuda a ello: la oración matinal, del atardecer y la eucaristía, el caminar diario en los largos trayectos, la contemplación de los hermosos paisajes naturales, el propio cocinar, la celebración del perdón, la relación con tantos peregrinos de distintas procedencias, la hora de silencio en el primer tramo matinal, gestos sencillos como el ángelus a mitad del recorrido y tantos otros hechos son los que ayudan a descubrir el auténtico sentido cristiano de tan bonita tradición que la Iglesia ha sabido conservar más allá del solo patrimonio de la humanidad.

No cabe duda del cansancio que supone realizar el trayecto, pero si costoso es éste, no menos agradecida es la satisfacción por el sentido que contiene. Cuentan ellos, de lo sorprendidos que están por lo que viven. Las noticias que mediante los medios nos llegan pueden ayudar a percibir lo que supone dicha vivencia, pero vivirlo en propia persona supera con creces lo que uno se imagina.

La jornada comienza al amanecer para continuar con el aseo, oración, silencio, el largo trayecto de cada día, comida, descanso y de esta manera hasta la pronta ora del descanso nocturno en donde se reponen las fuerzas para el día siguiente. Esperan abrazar al apóstol hoy lunes y ganar el jubileo participando en la Misa del peregrino. La "Compostela" que esperan recibir será la manifestación de haberlo conseguido y al mismo momento la exigencia de perseverar en la auténtica peregrinación de la vida que es el día a día.