Negativo. Éste es el resultado de la prueba de alcoholemia practicada por la Guardia Civil al conductor del vehículo que este domingo arrolló a cuatro ciclistas en la carretera general, dos de los cuales fallecieron en el acto. El director insular de la Administración del Estado en Menorca, Javier Tejero, informó en relación a este siniestro que las diligencias previas practicadas por Tráfico pasaron ayer mismo al Juzgado de Instancia e Instrucción número 1 de Maó, si bien aún resta por entregar los informes fotográfico y técnico practicados por la Guardia Civil que deberán concluir las causas del accidente.
Aunque aún no han trascendido aquellas, la hipótesis que más se baraja en estos momentos es una posible distracción del conductor; podría haberse quedado dormido al volante al no existir marcas de frenado en el asfalto. Al respecto, los tribunales entienden que conducir sin haber dormido o descansado lo suficiente puede ser constitutivo de un delito de homicidio por imprudencia grave. Tampoco ha trascendido si se practicaron las pruebas de consumo de estupefacientes al conductor, de 21 años, residente en Barcelona. En Menorca, estas pruebas suelen llevarse a cabo en el Hospital Mateu Orfila.
Los dos ciclistas fallecidos, Juan Garriga Carreras y José Antonio de Tena Naranjo, de 59 y 48 años respectivamente, eran vecinos de Maó y pertenecían a la Peña Ciclista Mahonesa desde hacía años. De hecho Garriga, un reconocido empresario, había incluso sponsorizado al grupo y practicaba el ciclismo con asiduidad. Ayer se celebraron los funerales de forma separada en Maó y la familia ciclista de Menorca, conmocionada por lo sucedido, se sumó con su presencia al duelo de familiares y allegados.
El siniestro se produjo el pasado domingo alrededor de las 7.30 horas a la altura del cruce de Son Bou (Alaior), cuando un turismo de alquiler que circulaba en sentido Maó, y en el que viajaban dos jóvenes de 21 años, se desvió al carril contrario y atropelló a cuatro ciclistas menorquines que circulaban en sentido Ciutadella. Los dos ciclistas anteriormente mencionados fallecieron en el acto, mientras que P. F. S., de 40 años, residente en Maó, sufrió un ataque de ansiedad, aunque no necesitó hospitalización y L. G. B., de 46 años, de Alaior, aún permanecía ingresado ayer en el "Mateu Orfila" con una fractura en su tobillo izquierdo. Según el último parte médico evoluciona favorablemente y no está previsto ser intervenido quirúgicamente. Por su parte, el conductor del vehículo –que se incendió tras el brutal impacto con el guardarraíl– resultó herido leve con un esguince cervical. El acompañante resultó ileso.
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