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Miles de jóvenes beneficiarios de la Renta Básica de Emancipación (RBE), la ayuda de 210 euros mensuales para el pago de alquiler, se han visto sorprendidos por la obligación de realizar la declaración de la renta -aunque por sus ingresos no tendrían que hacerla-, y más aún por habérseles computado la subvención como una ganancia patrimonial y hallarse ahora, en algunos casos, en la situación de tener que devolver la cantidad percibida más los intereses generados.

En Balears la ayuda se concedió a 5.159 jóvenes de entre 22 y 30 años, 2.995 mujeres y 2.164 hombres, según los datos ofrecidos a principios de año por el Ministerio de Vivienda, no desglosados por islas.

Los foros de internet y las redes sociales están en ebullición, con testimonios de jóvenes 'mileuristas', unidos en grupos como "Yo también sigo esperando sentado a cobrar la renta básica de emancipación" o "La ayuda de la RBE no debe figurar en el IRPF", que se han visto sorprendidos por el fisco, cuando en realidad no disponían del capital suficiente para alquilar una vivienda e independizarse. Una de las afectadas menorquinas, que prefiere mantenerse en el anonimato, también ha creado un grupo en la red social Facebook (Afectados por la devolución de la RBE) y asegura sentirse desorientada y sorprendida por la reclamación del Ministerio de Vivienda y del Instituto Balear de la Vivienda, que ahora le piden que reintegre todas las mensualidades recibidas al haber excedido el límite de 22.000 euros brutos anuales, cuando en el momento de tramitar la solicitud ésta fue aprobada porque cumplía todos los requisitos, incluido el relativo a los ingresos. Se da la circunstancia de que en la actualidad, cuando se le reclama la ayuda recibida en 2008, su situación laboral ha empeorado, ya que está en el paro. Otra joven consultada se queja, además del retraso en el cobro de la ayuda -que en muchos casos motiva el regreso a casa de los padres por no poder pagar el alquiler del piso que contrataron-, del mismo problema, la inclusión de la RBE en la declaración de la renta por lo que, al tener que cumplir con Hacienda, acaba por no compensar, y el apoyo del Gobierno a la emancipación de los jóvenes se queda en papel mojado. Otros afectados han visto como se les suspendía la ayuda por no cumplir sus obligaciones fiscales.

La desinformación parece ser la causa mayoritaria de los problemas con los que se encuentran los perceptores de la RBE, ya que en su día no fueron informados de que dicha renta, como otras ayudas del Estado -las mismas quejas ya se dieron con las subvenciones para la compra de automóviles-, están sujetas a tributación.

Entre los requisitos exigidos no figura la obligación de realizar la declaración de la renta; tampoco en los folletos informativos de la Conselleria de Vivienda del Govern balear. Las oficinas del IBAVI en Maó atienden las quejas de los jóvenes pero éstos deben solicitar cita previa, mientras el plazo para alegar y arreglar las cuentas con la Agencia Tributaria no se detiene.