l puerto de Maó está privado de infraestructuras para el atraque de grandes cruceros turísticos por una decisión política de las administraciones competentes, tanto locales como por parte de Autoridad Portuaria de Balears (APB). Es la opinión en la que coinciden los responsables de las principales empresas consignatarias de buques que trabajan en Menorca y que, sin dar nada por perdido, asumen que los barcos de grandes dimensiones ya ni siquiera piden hacer escala en la Isla, debido a las dificultades de maniobrabilidad en la rada mahonesa y a las mejores condiciones y servicios que hallan en Palma y en Eivissa.
A las críticas lanzadas en primer término por el empresario José Ignacio Seguí, de Náutica Menorquina, les siguen ahora las de los responsables de las consignatarias Melià Vives, Agencia Marítima Transhispánica y Federico J. Cardona.
"Autoridad Portuaria decide las inversiones, aquí tiene otras programadas y ésta no, el sector no ha renunciado a nada, es una decisión política", afirma Alfredo Melià, gerente de la Agencia Melià Vives S.L., una valoración plenamente compartida por Margarita Camps, delegada de la Agencia Marítima Transhispánica, quien apunta asimismo a la entidad gestora del puerto "y a las administraciones de aquí y de Balears, si no se cree oportuno ampliar el puerto de Maó, se trata de una decisión política, aunque contar con esas instalaciones sería beneficioso para nosotros pero también para toda Menorca".
Rosa Cardona, gerente de la consignataria Federico J. Cardona, se manifiesta en el mismo sentido, al tiempo que consideró difícil que se impulsen ahora inversiones que años atrás, en un momento económico más favorable, se descartaron.
"La crisis no ayuda nada para pensar en nuevas inversiones en el puerto de Maó, en otros puertos se ve más negocio, hay voluntad política y las inversiones ya se han hecho", asegura Cardona, para quien "es una evidencia que los cruceros más grandes eligen Palma y Eivissa si cuando vienen aquí tienen que estar fondeados fuera del puerto, nos quedamos sólo con una parte de este mercado".
Un mercado que, según las empresas consignatarias, interesaría potenciar. "No consume territorio, no colapsa las carreteras porque se desplaza en autobús cuando realiza excursiones, tiene un buen nivel adquisitivo y ayuda a pagar las infraestructuras portuarias", señala el gerente de Melià Vives, al tiempo que recordó que el mayor beneficio económico es para la ciudad y la Isla en general, debido al gasto en compras y excursiones.
La Cámara de Comercio de Menorca no renuncia a reabrir el debate de las instalaciones para grandes cruceros en Maó. Así lo ha manifestado su presidenta, Magdalena Pons Quintana, quien considera "preocupante" que Menorca quede fuera de las rutas de los superbuques, cuyos pasajeros realizan un importante gasto en comercios y visitas.
Pero el atraque y las maniobras no son los únicos problemas para estos barcos. Una ex trabajadora del sector en Menorca, durante 27 años, señalaba que el puerto carece de buenos servicios y de espacio suficiente para el estacionamiento de los autobuses que realizan las excursiones.
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