Los participantes y el moderador, Pedro Jaime Bosch, observan a Miguel Aguiló (derecha) durante una de sus intervenciones - Javier

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Menorca es "demasiado cara para ser hippy y demasiado hippy para ser cara" y debe realizar todavía un "formidable esfuerzo en calidad". El periodista Iñaki Gabilondo puso estas frases sobre la mesa de debate y otra que también dio juego durante el coloquio posterior a las ponencias del Foro. La de querer simultanear virginidad y matrimonio, en alusión a la contradicción interna de la sociedad menorquina sobre el turismo.

Miguel Aguiló fue el primero en recoger ese guante y asegurar, siempre aportando la visión más optimista sobre la situación del sector, que quizás los isleños no desean ser vírgenes ni estar casados, y que dilemas de ese tipo son "categóricos e importados", mientras que el modelo menorquín "ha costado mucho ponerlo en marcha y funciona bastante bien".
Gabilondo insistió no obstante en que se nota esa duda en los menorquines, no ahora en tiempos de crisis, sino ya desde años atrás.

Frente a la postura de Aguiló, contraria a una planificación planteada "de una manera académica", el economista Carlos Sebastián señaló que quizás no sea necesaria "una planificación cerrada, pero sí un debate interno de la sociedad menorquina, para que decidan lo que quieren entre ellos". Sebastián, quien también apostó por la creación de la marca Menorca, "dando a conocer cosas tan singulares como la temporada de ópera en Maó", aseguró que la Isla "sigue al margen de la sociedad digital" mientras que, con las nuevas tecnologías, podría beneficiarse de la deslocalización positiva de las empresas, algo que corroboró el abogado Jaime Mairata, quien aportó su visión desde el mundo rural. Además de bromear, con la consellera de Innovación, Susana Gomila, sentada en primera fila de la sala, sobre sus peripecias para lograr cobertura y conectarse a internet, de noche y en su coche, Mairata reivindicó que esas tecnologías lleguen al campo, tan necesario, añadió, para mantener y cuidar el paisaje menorquín.