Colaboración. La iniciativa de los envases facturables arrancó en mayo de 2009. En la imagen de archivo, el acto oficial de presentación - Archivo

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Las empresas vinícolas de la Isla, especialmente aquellas que realizan venta directa en sus bodegas, han comenzado a notar en su facturación el efecto del llamado 'maletazo', el cobro por parte de las compañías aéreas de entre 50 y 70 euros por la segunda maleta que empezó a aplicarse el pasado mes de marzo entre las críticas generalizadas de los pasajeros. El motivo es que las aerolíneas consideran una segunda maleta los envases especiales y facturables para el transporte de botellas de vino que los bodegueros adquirieron con la ayuda económica del Consell, una iniciativa que ha quedado paralizada tras recibir los empresarios las quejas de algunos clientes que han tenido que pagar en el mostrador de facturación del Aeropuerto.

El presidente de la Asociación Vimenorca, Lluís Casals, aseguró ayer que las empresas ven confirmados sus temores, manifestados a principios de la temporada, de un descenso en las ventas directas, sobre todo en este mes de agosto, cuando se concentra el turismo español, más proclive a realizar este tipo de compras cuando visita las bodegas.

"Los envases que compraron las empresas ahora no les sirven, los están utilizando para realizar otro tipo de envíos", declaró Casals, "pero no era esa su finalidad". El problema de las restricciones de peso en los equipajes y las tarifas que aplican las aerolíneas afecta también a otro tipo de productos, aseguró el empresario de s'Hort de Sant Patrici, como son los quesos, y perjudica en general la comercialización de productos agroalimentarios típicos de Menorca, un 'souvenir' gastronómico al que muchos turistas están renunciando por temor al sobrecoste en equipaje.

La prohibición de viajar con líquidos en la cabina de los aviones hace que éstos deban facturarse, con envases apropiados, o que se adquieran exclusivamente en las tiendas del recinto aeroportuario, una vez pasados ya los controles de seguridad.

El acuerdo entre las empresas de vino y licores -también se acogieron firmas como Bini Arbolla y Gin Xoriguer-, con el Consell se enmarcaba en una iniciativa más amplia que secundaron las instituciones insulares de Mallorca y las Pitiusas, así como sus bodegueros.

Pero no todas las firmas vinícolas se han visto afectadas del mismo modo por esta situación. Así, el empresario Andrés Martínez Jover, de Sa Cudia, afirmó ayer que sus ventas no están enfocadas a los turistas sino a clientes 'gourmet' que realizan sus compras por encargo y, por lo tanto, los envíos se realizan en transporte convencional y con un embalaje especial. Precisamente fue en la etapa de Martínez Jover como presidente de la Asociación Vimenorca cuando se puso en marcha la idea de los envases facturables, algo que ya se realizaba en las Islas Canarias.

Por su parte, Luis Anglés, uno de los propietarios de Bodegas Binifadet, aseguró que avisan a sus clientes del posible pago en el Aeropuerto pero que, en la mayoría de los casos, por un pedido mínimo, la empresa asume el coste del envío del vino fuera de la Isla a aquellos que visitan y compran en la bodega.

La firma de Sant Lluís ha podido transformar la desventaja inicial en negocio, ya que casi todos los envases que adquirieron han sido utilizados para esas ventas y los encargos han aumentado.

No es así sin embargo en las bodegas de Binitord, uno de cuyos responsables, Antoni Salord, afirmó que, desde que se implantó el cobro de la segunda maleta "no se da esa opción al cliente, porque sería engañarlo". La bodega de Ciutadella tiene la mayor parte de los mil envases facturables que adquirió por utilizar.