BALADA. La herencia del multimillonario aún da que hablar - Archivo

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La decisión de la Casa Real de vender todo el patrimonio heredado del multimillonario ciutadellenc Juan Ignacio Balada Llabrés será más difícil de materializar de lo que se pudiera esperar. Desde la propia Zarzuela admiten que desprenderse de los bienes inmuebles legados requerirá un proceso lento y complicado. De momento, una persona se está encargando ya de gestionar todo el tema, de ofrecer los inmuebles, recabar ofertas y trasladarlas a los propietarios.

Cabe recordar que, por voluntad de Balada, sus bienes se dividieron a partes iguales entre una fundación y entre los Príncipes de Asturias, sus dos hijas y sus seis sobrinos. Así, cualquiera de los inmuebles legados es propiedad ahora mismo de, como mínimo, once actores, que tendrán que ponerse de acuerdo a la hora de valorar las ofertas y decidir si se vende o no. Y en algunos casos, intervendrán también otras dos partes, las primas del millonario ciutadellenc, que poseen una cuarta parte de tres de los inmuebles que pasaron a manos de la Casa Real tras el fallecimiento de Balada Llabrés.

Además de estos obstáculos internos, la Casa Real es consciente además de que el momento económico no es el más propicio para vender a buen precio las propiedades heredadas, y por eso fuentes de La Zarzuela apuntan que el proceso puede retrasarse más de lo previsto. Mientras, concluyen, se respetarán los derechos de los inquilinos de los edificios.