trabajos. La responsable municipal asegura estar haciendo grandes esfuerzos para levantar el Consistorio - Cris

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Con la entrada del nuevo gobierno en el Ayuntamiento de Ciutadella en marzo de 2009, tras la dimisión del por entonces alcalde del PP, Llorenç Brondo, PSOE y PSM se encargaron de tomar el mando de la gestión municipal, una tarea que se presumía complicada en términos económicos, una vez comprobado que hasta los populares se habían visto obligados a aplicar a los ciudadanos importantes subidas de impuestos. En esas, Joana Gomila Lluch (Ciutadella, 1967) fue designada responsable de la concejalía de Hacienda, atendiendo a su licenciatura en Matemáticas.

¿Cual es la situación actual de las arcas municipales?
Hemos intentado hacer un estudio real de la situación, viendo lo que debemos desde antes de 2009 para intentar solucionarlo, ya sean facturas o certificaciones. Pero que no se vayan mucho más atrás, porque las tenemos de 2004, 2005, 2006 o 2007, de las que ni sabemos donde están los papeles. Por eso ahora están medio paradas, hasta que no sepamos de qué cantidades estamos hablando. Y me refiero a la Prefectura de la Policía Local, de una parte de la piscina descubierta, de las obras del eje peatonal o de la plaça de Artrutx que aún no están pagadas. Actuaciones antiguas en las que los papeles no están claros y es difícil saber si podemos pagarlas. Es, por tanto, una parte de la deuda que debemos acabar de cuantificar. Referido a las facturas corrientes de 2009, podemos decir que está prácticamente todo liquidado. De 2010 tenemos pendientes pagos de marzo y abril hasta ahora, aunque hay algunas concretas de febrero en partidas que hemos dotado ahora con la modificación de crédito que aprobamos el otro día en el pleno.

¿Y hay dinero para pagarlo todo?
No, porque hay una parte de las facturas de 2009 que se han pagado con presupuesto de 2010, lo que hace que algunas de este año no puedan pagarse. Lo que sí hemos hecho ha sido reducir el gasto, hemos sido mucho más austeros, gastando sólo lo justo y necesario. Y eso se ha notado en el volumen de facturas.

¿Así cómo define su labor?
Se ha hecho un trabajo de austeridad y mucho control, en el sentido de no gastar más de lo que se puede. Un trabajo muy minucioso para saber qué es lo que realmente debe el Ayuntamiento, haciendo un esfuerzo muy importante de concienciar a los técnicos para que vean que sólo se puede gastar lo que está presupuestado, y que lo que se decida gastar fuera del presupuesto que se sepa que el proveedor no lo cobrará.

Sin embargo, desde UPCM acusan al gobierno municipal de recortar poco...
Sí, pero yo entendí que Joan Triay se refería a cuestiones como los seguros de los coches municipales. Nosotros sabemos que los tenemos el día que nos caducan, y lo que queremos es hacer una contrata para todos esos vehículos, y nos saldrá mucho más barato. Y eso también lo hacemos con el alumbrado público, para ver si hace falta que siempre estén encendidas todas las farolas. Lo estamos estudiando, eso sí, sin dejar a nadie sin luz. También estamos analizando el uso del material de oficina, porque si hacemos pedidos grandes es más barato. Pero todo este trabajo que Joan Triay considera que debería estar hecho en un año y medio, no es posible tenerlo listo, y yo creo que él es consciente de ello.

¿Por qué no?
Si sólo hubiéramos tenido que hacer esto, sí. Pero tuvimos que buscar todas las facturas pendientes para introducirlo en los presupuestos, y esa no es labor ni de uno ni de dos días, muchas de las facturas no sabíamos ni donde estaban. Hemos ido área por área para ver lo que se necesita, cuales son las prioridades. Y para eso hacen falta muchas horas, unas horas que nadie ve, aunque sí se están viendo los resultados.

¿Tanto desfase hay con las facturas?
Por ejemplo, en el caso de la sala multifuncional, en teoría el Ayuntamiento hace unas aportaciones anuales al consorcio para pagarla. ¿Por qué en años anteriores se han dejado de pasar casi 400.000 euros al consorcio? ¿Qué pasa ahora? Que en los presupuestos para 2011 tendremos que incluir 400.000 euros para la sala multifuncional. Aquí lo que ha faltado es un concejal que controlara si se iban cumpliendo las previsiones de los presupuestos, y ese es un trabajo que ahora sí se hace.

¿Cuanto se ha reducido el gasto superfluo?
Es difícil decirlo cuantitativamente, pero sí se puede cualitativamente. Se ha reducido todo lo referente a los cáterings; en quilometrajes, porque la mayoría de los concejales no lo pasamos; en muchos gastos de viajes. Si antes, por ejemplo, se gastaban 3.000 euros para el día del libro, ahora se gastan mil y lo compensamos poniendo más imaginación a la hora de organizarlo. La clave es que pensemos que ésta es nuestra casa. Si pensamos así seguro que gastaremos según lo que se pueda. Cada área tiene que saber de cuanto dispone y que si destina más en un sitio no tendrá para otras cosas. Por eso intento sentarme con cada uno para dejar claro lo que lleva gastado, para desviarnos lo menos posible.
Así Hacienda sí que debe controlar lo que gasta cada área... Antònia Gener (PP), que la precedió en el cargo, aseguró hace unos días en una entrevista concedida a Es Diari, que una vez distribuido el presupuesto para cada concejalía, cada uno lo gestionaba a su modo...

Yo creo que el concejal de Hacienda es, quien en última instancia, debe saber las cifras de cada área. Aunque antes es una responsabilidad de cada concejalía. Pero regularmente hay que hacer un seguimiento de cómo van las cosas. Es muy fácil gastar sin tener el dinero físicamente. Aquí nadie tiene la libreta del banco para saber el estado de la cuenta. Desde Hacienda hay que llevar un control periódico, si no, ¿para qué está la concejalía de Hacienda? Me parece surrealista lo que dijo Gener, es quitarse el muerto de encima. O sea, ¿qué era concejala de Hacienda y lo único que hacía era decirle a cada uno de lo que disponía y se olvidaba del tema? A tu hijo cuando le das cinco euros para que se los gaste, luego le preguntas cuanto le queda. Y en Hacienda hay que hacer lo mismo. No es que el concejal de esta área sea el último responsable de todo, pero si el que debe advertir de la situación. No vale eso de decir que fue culpa de los demás concejales, ella estaba en las votaciones y ella también levantaba la mano. No vale eso de echar balones fuera. Y no es la primera vez que Gener lo hace. Cuando los demás se fueron del PP y ella se quedó, muchas veces ya se pintó a sí misma como si fuera la víctima.

¿Para lavar la cara de su partido pensando en la elecciones?
A mí es que me hace mucha gracia, tanto a nivel de Menorca como de Balears, que se esfuercen en decir que no tendrán a ningún imputado en sus listas, que se van a renovar. Eso da igual, lo anterior se hizo, y está muy bien renovar un partido, pero no niegues lo que hiciste gobernando, no eches las culpas a los demás. Ella también votó a la anterior junta local, no se la impuso nadie. No vale decir que fue el presidente quien puso a quien quiso. Gobernaron cuatro años y volvieron con la misma gente a la siguiente legislatura, puede sorprender alguien nuevo, pero no alguien que no lo es, y ya sabían de qué pie calzaba cada uno.

Cuando ustedes estaban en la oposición ya denunciaban el despilfarro del equipo de gobierno, y siempre se les acusó de usar el recurso fácil, que no era tan desastroso...
La sensación que tuve cuando entré es que ningún político sabía cuánto había gastado y cuánto le quedaba por gastar. Había cuatro millones de euros en facturas corrientes, otros dos de certificaciones que hemos pagado nosotros y otras que siguen sin pagarse. Muchas aportaciones a consorcios y a convenios que no están hechas. Cuando entramos nosotros tuvimos que hacer las primeras aportaciones para las gradas del patio de Santa Clara que era de los años 2007 y 2008; del campo del Orient debían lo de 2008 y 2009. Está claro que la deuda no era de cuatro millones, era mucho más. Y es cuando me pregunto: ¿Dónde está el dinero del préstamo que contrataron y que era para estas cuestiones?

¿Dónde está?
No lo sé. Sinceramente no creo que se hayan enriquecido, pero sí que han gastado sin saber lo que tenían. Salvo alguno, creo que no se han enriquecido. Pero no han controlado el gasto como si fuera el de su casa, porque si hacen esto con sus cuentas deben estar todos en bancarrota. Y tampoco vale eso de decir que siempre ha habido facturas pendientes cuando ha habido un cambio de gobierno, porque como máximo debería haber facturas de medio año atrás, no de tres años.

¿Cuánto tiempo necesita el Ayuntamiento para ponerse al día de pagos?
Si seguimos a este ritmo, intentando que entren el máximo de ingresos y que no se gaste más de lo presupuestado, en cuatro o cinco años lo conseguiríamos. Yo creo que necesitamos al menos una legislatura.

¿Tanto?
Sí, porqué el problema es que los ingresos no aumentan y hay gastos que no se pueden suprimir, no se pueden dejar de limpiar las calles, ni de recoger la basura. Para sanear bien las cuentas hacen falta esos cuatro o cinco años, porque además están los intereses de los pagos retrasados, que si debes 300.000 euros, en realidad hay 100.000 euros más en intereses. ¿Qué ha pasado con Santa Rita? El pago nos ha llegado ahora pero porque no se empezó a pagar cuando se expropió lo primero. Según como nos vaya en ese tema nos quedarán por pagar cinco o seis años a razón de 600.000 euros anuales.

En el último pleno ordinario usted dijo que los presupuestos para 2011 se reducirían entre un 30 y un 50 por ciento...
Si el año que viene no incrementamos los ingresos tendremos que reducir de donde podamos, como en cuestiones en las que no está obligado el Ayuntamiento. No estás obligado a dar subvenciones cuantiosas a entidades, pero tampoco las puedes quitar porque están haciendo un gran trabajo para el pueblo. Pero tendremos que reducirlo, y les estamos avisando que nos veremos obligados a reducir entre un 30 o un 50 por ciento las aportaciones, para que planifiquen sus actividades sabiéndolo. Y nos lo agradecen. La gente lo entiende si ve que tu eres consecuente, si ve que les bajas su subvención pero que tampoco te vas de cena por ahí. Y es lo que hemos hecho, un planning, partida por partida, planteando unos objetivos y viendo la reducción que hay que hacer, viendo qué gastos son obligados y cuales no.

Otro "handicap" para el Ayuntamiento es la nueva ley contra la morosidad, que obligará a la administración a pagar las facturas en 60 días...
Los ayuntamientos tenemos varios problemas: primero que tenemos poca liquidez, y segundo que se hacen leyes sin tener en cuenta la opinión de los ayuntamientos. Si hasta ahora era prácticamente imposible pagar a 90 días, imagina como será a 60. La gente estará en su derecho de reclamar intereses y será un pez que se muerda la cola. Creo que las empresas tienen derecho a cobrar, porque es triste que hagan un trabajo y que no lo cobren, pero no se ha pensado nunca en la situación de los ayuntamientos, que siempre estamos cumpliendo funciones que no nos competen.

¿Cree que los últimos años se perdió la oportunidad para hacer avanzar Ciutadella, aprovechando la gran cantidad de ingresos que hubo a raíz del "boom" inmobiliario?
En Ciutadella tenemos dos problemas. Uno es que cada cuatro años tenemos a un partido diferente en el equipo de gobierno. Y eso es grave porque los partidos que conformamos el Ayuntamiento no hemos sido capaces de sentarnos para decidir qué cosas son imprescindibles para Ciutadella, haya quien haya en el gobierno. La Escola de Música ha cambiado de sitio muchas veces por ese motivo, y también la sala multifuncional y todas las grandes infraestructuras. Los políticos deberíamos olvidarnos de qué partido somos y sentarnos para decidir cosas importantes. Otro problema que hay es que no todos los políticos son buenos gestores y está lo suficientemente demostrado. Los partidos, cuando apuestan por un político, deberían valorar si será capaz de hacer una buena gestión.