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Me llamo José Esteve Dalmedo y tengo 63 años. Nací en Maó, estoy casado y tengo 2 hijos. Soy especialista en decoración floral y me ocupo de elaborar ramos y centros con flor natural y artificiales en el Centro de Jardinería Es Ficus. Cuando tengo tiempo libre me gusta bailar (de hecho, formamos parte de la Asociación de Baile de Alaior), y sembrar en casa.

¿Cuándo comenzó a trabajar en este sector?
Fue hace más de treinta años y fuimos los primeros en cultivar rosa y clavel en invernadero. En Menorca no había costumbre de comprar flores por gusto, a excepción de fechas o sucesos señalados. Nosotros éramos productores de verdura y se nos ocurrió llevar cubos con rosas y claveles a todos los establecimientos que nos compraban productos. De esta manera, la gente empezó a comprar flores más a menudo.

Ahora ya no se dedican a las verduras, ¿cómo surgió la idea de pasarse a las plantas?
Llegaron tiempos más cálidos en los que ya no era factible cultivar ese tipo de flor. Tuvimos que producir otras cosas con los invernaderos y apostamos por las plantas, en general. Fue un cambio radical.

¿En qué consiste su trabajo?
Soy especialista en ramos. Me fui a estudiar esta materia en 1994 y, a partir de ahí, he ido reciclándome. Este verano ha estado trabajando en el centro un chico de la Escuela de Arte Floral, nos han enseñado bastantes cosas ya que las técnicas han cambiado mucho. Yo me ocupo de la parte más decorativa y hago ramos y centros, tanto con flor natural como artificial. Los clientes suelen demandar más flor artificial porque dura más aunque siempre gusta más trabajar con la natural.

¿Cuáles son sus flores preferidas?
La orquídea y la cala. Todas me gustan porque cada una tiene su encanto. Tener flores alegra la vida. Los extranjeros que viene de vacaciones a la Isla compran flores aunque sólo estén dos semanas en un apartamento. Los españoles no tienen tanta costumbre. A mí me gusta combinarlas y hacer creaciones diferentes.

¿A qué le gustaría dedicarse una vez que se retire?
Me gustaría viajar, ya que, hasta ahora, el trabajo no me ha permitido hacerlo todo lo que quisiera. Seguiré rebuscando, mirando y haciendo algo por aquí con mis amigas las flores. También me dedicaré a cuidar lo que siembro en mi huerta.