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El problema del transporte aéreo y los altos precios que los menorquines pagamos para viajar tanto a la Península como a las otras islas viene de lejos. Ahora, en los últimos tiempos, la alarma ha saltado con el anuncio del Gobierno de reducir el descuento de residente, algo que, de haberse producido, habría significado un golpe durísimo a la economía de la Isla.

El último capítulo se ha producido estos días a raíz de la negociación de Coalición Canaria con el Gobierno, con la que consiguió la congelación de tasas y una serie de bonificaciones a cambio de su apoyo a la ley de Presupuestos Generales para 2011. Esto ha demostrado que no todo está dicho en materia de transporte, y que queda un resquicio de esperanza para buscar fórmulas para rebajar precios y dar a las islas menores un servicio básico imprescindible para su supervivencia y su desarrollo.