SOIB. Las oficinas registran estos días un elevado ritmo de trabajo por el cierre de la temporada turística y el incremento de personas sin empleo - Paco Sturla

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Sara llega a las once y media. Pide al guardia de seguridad su turno, y mientras espera en la cola con otras cinco personas, ojea los papeles que cuelgan de las puertas acristaladas de la oficina del SOIB en Ciutadella. Es la rutina estos días para mucha gente que se ha quedado sin trabajo, y una costumbre ya a principios de cada mes, cuando las colas del paro se tornan estampas habituales. En esta ocasión, Sara se sorprende de los puestos de trabajo que se ofrecen en Menorca.

Ayer eran 22 los empleos que se ofertaban en la Isla a través de las oficinas del SOIB, mitad en Maó y la otra mitad en Ciutadella. A excepción de algunos empleos más o menos comunes (dos albañiles, un chapista, un peluquero y un mecánico-soldador), el resto de ofertas se dirigen a profesionales altamente especializados. Se busca, por ejemplo, un director de restaurante tailandés que tenga como mínimo siete años de experiencia en el gremio. Se le ofrecen 1.200 euros al mes. Seguramente en el mismo negocio también buscan un chef de cocina tailandesa, y quien sabe si también los mismos promotores han puesto el anuncio en que se busca un especialista en masaje tailandés.

Sara sigue pasando el dedo por las ofertas, y no encuentra ninguna que se adapte a su perfil de vendedora en un establecimiento para turistas durante la temporada estival. Ella no puede optar al puesto de ingeniero técnico en obras públicas, con un sueldo de 2.161 euros brutos al mes, ni tampoco encaja en la demanda de un ingeniero de telecomunicaciones para instalar una red de internet sin cables. Con un poco de formación, quizás dentro de unos meses se podría postular para preparadora de pizzas, un trabajo de doce horas semanales por el que pagan 600 euros al mes.

Nuestra parada se da cuenta de que, cada vez más, las ofertas de empleo son más especializadas. Para convencerse, sigue repasando las ofertas de trabajo, y se percata de que se buscan dos auxiliares de odontología, o un técnico en empresas y actividades turísticas. Tampoco se ve ejerciendo de bióloga, y mientras lo reflexiona, le toca el turno y entra en las oficinas. Están repletas de gente. No en vano, noviembre es el mes de mayor actividad en las oficinas del SOIB. Muchos empleados finalizan sus contratos temporales, y deben presentarse ante los servicios de empleo para tener derecho a percibir una prestación económica.

En estas fechas, unas cien personas pasan a diario por las dependencias del SOIB en Ciutadella. Su directora, Maria Florit, explica que ante el aluvión de visitas de este mes, se ha optado por dar cita a los interesados, y así, más o menos en el plazo de una semana, son atendidos. Aunque así los interesados tienen que esperar un poco más, lo hacen con la garantía de que el día en que son atendidos, explica Florit, en unos quince minutos las personas sin empleo se van con todos los papeles arreglados y con su situación reconocida y con derecho a prestación económica, si es que toca.

Tras arreglar sus papeles, Sara se dirige a una mesa situada en el fondo de la oficina. Ella ya sabe que ahora algunas gestiones se pueden tramitar vía internet, a través de la web www.redtrabaja.es. Este año, no obstante, el SOIB ha habilitado una persona para resolver las dudas en relación a este portal y facilitar los trámites telemáticos. El objetivo es que en próximos meses, cada vez más gente pueda realizarse sus propios trámites vía internet. "Es más cómodo y se evitan colas", explica Maria Florit.

Sara está a punto de marcharse. En la puerta se encuentra unas diez personas que están esperando para entrar. Algunos fuman para pasar el tiempo, otros charlan con el guardia de seguridad, y algunos se muestran confusos. No saben a qué prestaciones tienen derecho, ni tan sólo si pueden percibir algún dinero por estar parados. Preguntan por "los 400 euros de Zapatero", técnicamente conocidos como PRODI, pero ahora las condiciones para acceder a esta paga se han endurecido, y muchos quieren saber si reúnen los requisitos o no.

Con todo esto, Sara se marcha a casa. No tiene trabajo, ahora mismo, o como diría Maria Florit, "trabaja en la empresa con más trabajo del país ahora mismo".