Colección. Vidal con su pieza más antigua, una bicicleta de 1900 - Javier

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Hay quien colecciona chapas. Otros prefieren los cromos, y hay quien, incluso, se decide por las gomas de borrar. A Rafael Vidal Tortosa le dio por las bicis.

Todo empezó hace 10 años cuando Vidal se encontró una bicicleta tirada en un contenedor de basura de Es Grau. La recogió y la arregló sin todavía ser consciente de que aquel gesto se convertiría en una gran afición.

De hecho, Rafael posee actualmente 230 bicicletas, de 200 modelos diferentes. "La mayoría de las que tengo son encontradas, aunque también he comprado algunas en Mestral y me han regalado otras tantas", explica.

Cuenta Vidal que cuando se pusieron de moda las 'mountain bikes', llegó a encontrarse hasta siete bicis abandonadas en una esquina. "El modelo más antiguo que tengo es de 1900, con una llanta de madera y luz de carburo, aunque también tengo algunas de varillas, que son las que usaban los abuelos y que aún se utilizan en China; otras de carreras y de marcas como BH, Montesa, Orbea, Peugeot, Wanderer o Marotias, entre otras", apunta Vidal, quien añade que sus bicicletas tendrán una media de 25 o 30 años de antigüedad.

Por supuesto, cada una de ellas tiene su historia. "Una de las bicis se la compré a una señora de Es Mercadal, quien me contó que, 50 años atrás, era el modelo que ella quería, y vio a su padre comprar la bicicleta a través del escaparate sin que él se diera cuenta. Al día siguiente la "sorprendieron" con el regalo".

El caso es que Rafael ha decidido poner punto y final a su afición. Explica que ya no tiene espacio y que quiere recuperar algo del dinero invertido. "Sé que pueden ser útiles a coleccionistas, como elemento decorativo en tiendas o para regalar a algún ser querido".

Vidal confiesa que se quedará con alguna de sus bicis que, hasta el día de hoy, ha guardado como oro en paño en un almacén y en su propia casa. "La semana pasada compré la que creo que será la última pero... nunca se sabe".