Plano PUM. Aparece la delimitación de la zona de tránsito

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La piscina que Víctor Manuel y Ana Belén construyen en una porción de terreno anexa a su chalé de La Solana, en el puerto de Maó, lleva camino de convertirse en un dolor de muelas para dos de los artistas más simbólicos de la Transición española. La compañía mercantil Immobles Quintana, propietaria del solar de S'Altra Banda vecino al de la pareja, denunció el pasado mes de abril ante el Ayuntamiento de Maó las presuntas irregularidades cometidas por los promotores durante la ejecución de la obra. En los últimos días, la sociedad, además de informar de los hechos a la Fiscalía, ha vuelto a la carga con nuevas denuncias ante Demarcación de Costas y el Consell insular, de las que ha venido informando "Es Diari". La última decisión de la entidad ha sido denunciar a los artistas ante Autoridad Portuaria de Balears, que ostenta la competencia en la zona de dominio público marítimo-terrestre, por ser ésta un servicio del puerto. Las acusaciones son, aquí, nuevamente graves. Immobles Quintana apoya su denuncia con un amplio dossier de fotografías que reflejan, en su opinión, la utilización por parte de los cantantes de la franja de servidumbre de tránsito que debe quedar libre al paso para permitir el acceso al mar. La compañía inmobiliaria aporta hasta nueve fotografías de la escalera que, desde el chalé, comunica con dos pesqueras (una de ellas paralela respecto al mar, y la otra, perpendicular), una de las cuales –la número 10– es utilizada por la pareja como "anexo a la vivienda principal". De esta pesquera, Víctor Manuel y Ana Belén obtienen –afirma la entidad denunciante– "todos los servicios", además de acceder y utilizar "impunemente" este espacio "como bungalow, solarium y piscina privada en las aguas portuarias".

La denuncia se apoya, además, en un plano remitido por la sociedad mercantil municipal Promocions Urbanístiques de Maó (PUM). Según la sociedad, este documento, elaborado en 2009, refleja la ubicación de la pesquera, señalada con una cruz en la fotografía superior, que sería utilizada supuestamente por la pareja como "tapadera" de la otra (la número 10), a la que el matrimonio daría los usos antes detallados. En el citado plano constan, además, la escalera "hábilmente cortada" y los mojones que delimitan la zona marítimo-terrestre de la de tránsito.

Desaparición

Immobles Quintana SA añade a toda esta documentación un segundo plano, realizado por el arquitecto Miguel Barca Mir y en el que aparece como promotor el cantautor asturiano Víctor Manuel, en el que, asegura, "han desaparecido, tanto la escalera como la pesquera número 10". Según denuncian los propietarios del solar vecino, mientras en varias de las fotografías se puede observar "claramente" que la pesquera perpendicular y la paralela al mar están anexionadas, "en la otra parte del plano" se comprueba que "la escalera se halla también cortada, pero la pesquera número 10 sigue sin aparecer". Todo ello lleva a concluir a la sociedad mercantil que "los planos presentados y que han sido utilizados, entre otras razones, para salvar su legal expropiación (motivada por la finalización, en abril, de la concesión extraordinaria de la que venían disfrutando desde hace 17 años) han sido adulterados".

Immobles Quintana SA ha puesto en conocimiento del fiscal las presuntas y "numerosas irregularidades", administrativas y urbanísticas que, a su juicio, se observan en las obras efectuadas por los cantantes en su chalé de la ribera norte del puerto de Maó. Además de recurrir a la Fiscalía, la entidad habla, en una dura carta remitida al Ayuntamiento de Maó, de posible "trato de favor" por parte del gobierno del PSOE en Maó a la pareja de artistas. Desde algunos sectores y medios de comunicación se ha querido relacionar la supuesta "permisividad" del Consistorio socialista con el apoyo que Víctor Manuel y Ana Belén prestaron a la candidatura de José Luis Rodríguez Zapatero en las pasadas elecciones generales de 2008. Los artistas integraron la Plataforma de Apoyo a Zapatero (PAZ) "de la ceja", por hacer el símbolo con el que se dice "Zapatero" en el lenguaje de señas que utilizan los sordomudos. El Ayuntamiento de Maó ha defendido su proceder en el caso, mientras desde el Consell se ha empezado a estudiar la denuncia.