Trabajos. Enmarcados en el proyecto de la Ley de Barrios para mejorar la zona de Dalt Es Penyals, han derivado en un derribo de dudosa legalidad - Cris

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La Societat Històrico-Arqueològica Martí i Bella denunció ayer el derribo por parte del Ayuntamiento, de un edificio incluido en el catálogo de bienes protegidos y en el Plan Especial de Protección del Conjunto Histórico de Ciutadella. Se trata de una antigua construcción que estaba en estado ruinoso que se encontraba en el último tramo de Sa Colàrsega, al final del Pla de Sant Joan, justo debajo de la Plaça de Dalt Es Penyals.

El presidente de la entidad conservacionista, Alberto Coll, lamentó que el equipo de gobierno derribara un edificio protegido y sin previo aviso, teniendo en cuenta que el pasado jueves se celebró una reunión de la Comisión Municipal de Patrimonio. "Allí se hizo especial hincapié en que la actuación que se iba a hacer no afectaría a ninguna edificación", asegura.

Y es que el derribo de esta caseta se produjo el lunes, en el marco del proyecto de mejora de la Plaça de Dalt Es Penyals, una actuación financiada a través de la Ley de Barrios.

En este sentido, la gerente de Urbanismo en Ciutadella, Sandra Díaz, explicó que la actuación que se está realizando sigue al pie de la letra el proyecto que se aprobó y que estuvo en exposición pública durante el periodo correspondiente. "Al tramitarlo no se indicó que esta edificación tuviera ninguna figura de protección", apunta Díaz.

Bienes protegidos

La responsable de Urbanismo aseguró que la caseta no estaba protegida, al contrario de la torre que hay junto a la rampa de subida del Pla al Bastió de Sa Font. "Esa pequeña torrecita sí que tiene que conservarse, tiene un valor arquitectónico, pero la que hemos derribado no. El Plan Especial la señala como una ruina antigua y no se especifica que haya que conservarla", puntualiza.

Con todo eso, desde la "Martí i Bella" anunciaron ayer que durante el día de hoy solicitarán por escrito toda la documentación del proyecto, el plan de obras y las preceptivas autorizaciones, entre ellas, las de Patrimonio. Y es que para la entidad presidida por Alberto Coll, el espacio donde se levantaba esta pequeña caseta no sólo "está integrada en el Plan Especial de Protección del Conjunto Histórico sino que es una zona arqueológica, y por lo tanto, cualquier movimiento de tierras debe estar expresamente autorizado por el Consell Insular de Menorca".