Ana María Llambías Ferrer - M.LL.

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Autoficha
Me llamo Ana María Llambías Ferrer y tengo 53 años. Nací en Barcelona pero vivo en Binibèquer. Estoy casada y tengo una hija. Trabajo como cuidadora de comedor del Colegio Sant Lluís. Cuando tengo tiempo libre me gusta dedicarlo a la jardinería. Otras de mis aficiones son pintar, pasear, nadar, leer y cocinar.

Su padre es menorquín y su madre de Almería pero usted vivió en Suiza de los dos a los 19 años. ¿Cómo fue su vida en aquella época?
Nací en Barcelona, pero a los dos años nos fuimos a vivir a Suiza por motivos laborales. Recuerdo que veníamos de vacaciones a Menorca cada año. Llegó un punto en el que mi padre finalizó con su trabajo y fue cuando volvimos a la Isla. Estuve trabajando en diversos lugares hasta que me casé.

Una vez que su hija ya tiene diez años, decide volver a trabajar. ¿Cómo fue el camino hasta que pudo ocuparse del comedor del colegio?
Hablé con la directora del centro y me apuntó en una lista. Comencé haciendo una sustitución pero ahora ya llevo veinte años ocupándome del comedor junto a otra compañera. Lo que más me gusta es el contacto con los niños, te dan mucha vida. Les damos de comer y estamos con ellos en el patio.

Hace poco, se hizo mucho hincapié en que los menús de los comedores fueran más saludables. ¿Cuál es la manera de planificar un menú más sano en un colegio?
Nosotras revisamos el menú anualmente con un médico y una nutricionista. Hemos eliminado los fritos y elaboramos los platos de manera natural y casera. En general, padres y niños están contentos porque lo ideal es que los pequeños no se tomen la comida como un castigo. Les encanta el arroz con albóndigas o la pasta. Lo que menos, el pescado y la verdura. Pero en general, comen de todo aunque siempre está el que va apartando disimuladamente.

Después de tantos años al frente del comedor, ¿qué diferencia ve comparando los hábitos de antes con los de ahora?
Los niños de ahora son más inquietos y extrovertidos. Se suelen aburrir antes de las actividades. Opino que los hábitos de alimentación siguen siendo los mismos, veo más diferencia en la manera de entretenerse. Aunque, eso sí, creo que debería valorarse más lo que se come porque es cierto que hay más variedad de productos en el mercado pero hay una tendencia a comer peor.

Una de sus aficiones es la pintura. ¿Qué es lo que más le gusta retratar?
Empecé a pintar hará unos dos años. Me gustan los paisajes. En la foto (arriba) salgo con un cuadro que pinté y regalé a mi compañera de trabajo. Voy a clases de pintura porque necesito que me guíen. Por lo demás, destino tiempo a aficiones que me relajan, creo que hay que disfrutar de la vida y tomársela con calma.