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La dura batalla que el Ayuntamiento de Ciutadella tendrá que lidiar este año con la supervivencia, después de aprobar recientemente los presupuestos más ajustados de su historia, pone más en cuestión, si cabe, la política de gastos seguida durante los últimos seis años de gobiernos conservadores (2003-2009). L

a celebración de eventos como la Feria del Automóvil, la Jornada Gastronómica y Cultural dedicada al Peix Autòcton de Menorca, la Fira de Canaris, el Mercado Artesano de Invierno, el Mercat Nadalenc, la Fira de Sant Antoni, la Feria de Razas Autóctonas, la Fira d'Antiguitats, la Feria de Abril o la Festa dels Reis Solidaris, entre otros, motivó durante los años 2006 y 2007 que se presentaran al Ayuntamiento facturas de vigilancia y control de instalaciones por valor de 33.836 euros. La mayor parte de esta cantidad se facturó durante el año 2006 (26.436,14 euros).

La edición de la Mostra Nàutica correspondiente al año 2008 ofrece otro ejemplo de gasto excesivo en guardias jurados. Según la documentación a la que ha tenido acceso "Es Diari", el Ayuntamiento de Ciutadella pagó 6.323,40 euros (IVA incluido) a la empresa que se ocupó de la seguridad por los servicios de vigilancia realizados durante los tres días que duró la feria; es decir, entre el 10 y el 13 de abril.

En total, se facturaron 5.217,21 euros por 339 horas de trabajo, más otros 234 euros en concepto de kilometraje. Ello, pese a que en la oferta presentada por la empresa se hacía constar claramente que "el kilometraje está incluido en el precio total". Aún así, se facturaron 900 kilómetros al Ayuntamiento. Resulta llamativo, por otro lado, que se gastara tanto en seguridad cuando la feria transcurría en la Plaça des Born, frente a las mismas dependencias de la Policía Local.

La política de gasto del PP fue especialmente discutida desde las filas de UPCM, que hizo valer su criterio a su nuevo socio tras las elecciones de 2007. La entrada de Joan Triay en el gobierno municipal redujo prácticamente a cero la partida que el equipo de gobierno de Llorenç Brondo había dedicado durante los años anteriores a pagar el suministro de garrafas de agua para las diversas dependencias municipales.

En concreto, entre finales del 2006 y abril de 2008 se gastaron desde el consistorio 14.553,31 euros en garrafas de agua mineral.