Fábrica. Consell y partidos políticos priorizan el mantenimiento de los puestos de trabajo - Archivo

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La consellera de Economía, Antònia Allès, ha informado que para la próxima semana está prevista la celebración de una reunión entre Consell, Govern y trabajadores de Quesería Menorquina para abordar los problemas de liquidez y de producción por los que atraviesa la fábrica de Maó vinculada a Nueva Rumasa.

Allès ha expresado su apuesta por la viabilidad de la empresa y, además, comparte la preocupación de los trabajadores ante el incumplimiento de los gestores de la planta quesera.

Antònia Allès ha reconocido que desde hace unos meses desde el Consell y Govern se está realizando un "trabajo de acompañamiento" con respecto a la situación de la fábrica de Quesería Menorquina, con numerosas reuniones para analizar la situación y proponer alternativas para su viabilidad.

"Desde el momento en que se ha hecho público el problema que afecta a la fábrica, quiero manifestar que compartimos la preocupación de los trabajadores", ha asegurado Allès.

La consellera de Economía ha reconocido que se trata de un tema "complicado y muy delicado", pero ha expresado su convicción de que la fábrica "es muy viable y se puede mantener". Además, Allès ha subrayado que el apoyo de Kraft, anterior propietaria de la planta y uno de sus principales clientes en la actualidad, "es muy importante para solucionar el problema. Queremos mantener la fábrica porque es muy viable".

Tadeo

El presidente insular del PP, Santiago Tadeo, ha calificado de fundamental la continuidad de la planta de Quesería Menorquina y ha avanzado que el PP apoyará las medidas que se tomen para que la empresa continúe en Menorca, "la fábrica es fundamental no tan sólo para el sector agrícola, sino para muchas empresas de la Isla que están detrás". Asimismo, ha expresado su acuerdo con CCOO en el sentido de no utilizar este conflicto de forma partidista.
EM-EU

Por su parte, EM-EU también ha expresado su preocupación por las dificultades que atraviesa Quesería Menorquina, al constatar que están en juego muchos puestos de trabajo. La formación de izquierdas ha exigido a Nueva Rumasa que cumpla con los compromisos adquiridos cuando adquirió la planta, es decir, el mantenimiento de los puestos de trabajo y garantizar la viabilidad de la misma. Por ello, pide una solución que no contemple el cierre de la fábrica ni su descapitalización.