Estructura. El edificio del centro penitenciario ya forma parte del paisaje. Una imagen diferente del complejo, visto desde los terrenos próximos al aeroclub de Maó - Gemma Andreu

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Nuevo plazo para la puesta en funcionamiento del centro penitenciario de Menorca, que podría inaugurarse en dos o tres meses y coincidir con el periodo de elecciones locales. El director de la Administración General del Estado en la Isla, Javier Tejero, negó ayer que el retraso se deba a problemas en la financiación en los pagos de la obra, sino que achacó la demora a una segunda modificación del proyecto para ampliar la zona destinada a parking.

La primera modificación del diseño original de la prisión se produjo para reducir el tamaño de la torre de vigilancia, con el objetivo de reducir el impacto visual del complejo penitenciario, situado en la carretera más transitada de Menorca, la que une Maó y Sant Lluís.

Tejero manifestó que las obras de la cárcel están en su fase final y que ésta podrá ser inaugurada antes del verano, lo que significa que la obra habrá acumulado un retraso de un año. "El Estado paga y lo hace en plazo", subrayó el director insular. Es la segunda ocasión en la que la demora de los trabajos levanta especulaciones sobre el impago a algunas de las empresa subcontratadas.

En agosto de 2010 Tejero ya negó el retraso en el pago de las facturas, al igual que lo hizo la empresa COPCISA, que ejecuta el proyecto mediante una unión temporal con la firma Construcciones Olives. En la actualidad, además de introducir cambios para dotar al centro de más aparcamientos, se están instalando los equipamientos de cocina y seguridad, afirmó el director insular, al tiempo que sigue adelante el proceso para la incorporación de personal.

El futuro director de la cárcel "ya está preparado", afirmó Javier Tejero, "y el concurso de traslados resuelto", ya que además de convocarse nuevas plazas de funcionarios también se incorporarán trabajadores que ahora tienen otro destino.

La aprobación de las relaciones de puestos de trabajo y la puesta en marcha de la cárcel menorquina son requisitos previos para que los solicitantes puedan ver adjudicada su plaza en la Isla. El pasado año salieron a concurso los puestos relacionados con el sector de Sanidad Penitenciaria: médico, ayudante técnico sanitario, jurista y psicólogo. En total está previsto que trabajen tras los muros de la prisión un total de 150 personas, entre funcionarios y personal contratado.

"Dimensionada"

En cuanto a la llegada de los reclusos, el director insular aseguró que "será paulatina". Destacó asimismo el hecho de que la reciente apertura de otros centros penitenciarios, en Murcia y Las Palmas, con capacidad para unas cuatro mil personas, hace que la prisión de Menorca sea "dimensionada" para las necesidades de la Isla, en principio con población reclusa del propio territorio, que ahora debe cumplir las penas en Palma.

La capacidad del centro de la carretera de Sant Lluís es de 200 personas y, aunque se trasladen presos de otras comunidades, el responsable de la Administración subrayó que "ese miedo de que vinieran muchos reclusos de fuera" se demuestra que era infundado.

Respecto a la denominación oficial del centro, todavía está por decidir, pero será nombre de mujer, afirmó Javier Tejero, y de este modo seguirá la línea de otros centros que, en lugar de ceñirse al topónimo de la ciudad en la que se construyen, recuerdan a personajes, como Victoria Kent y Joaquín Ruiz-Giménez, o a colectivos, como las Trece Rosas.