Después de la incidencia de la lluvia desde el domingo, el puente festivo se despidió ayer con nuevas precipitaciones y la novedad del viento de tramontana. La incidencia del mal tiempo obligó ayer a cerrar los puertos de Maó y Ciutadella, lo que dejó la Isla aislada por vía marítima durante casi toda la jornada.
Los pasajeros del buque de Acciona-Trasmediterránea fueron los primeros perjudicados. Según informa la policía portuaria, durante la mañana, el "Zurbarán", que procedía de Barcelona, no pudo entrar en el puerto de Maó y se refugió provisionalmente a la espera de la reapertura de la rada. Finalmente, el buque regresó a la Ciudad Condal a consecuencia del cierre portuario, con el consiguiente malestar del pasaje.
También los pasajeros de las líneas regulares que operan en Ciutadella tuvieron que armarse de paciencia. Por un lado, el "Ramon Llull" de Baleària anuló ayer sus trayectos y quedó amarrado en el puerto de Alcúdia. A la vez, la naviera Iscomar se vio obligada a cancelar las operaciones del "Nura Nova" debido a que el Canal de Menorca se encontraba ayer impracticable, circunstancia que afectó la salida de los turistas procedentes de Mallorca que han pasado el puente festivo en la Isla.
La compañía confiaba en poder reanudar los enlaces esta mañana, después de que por la tarde empezara a amainar el fuerte viento de componente norte que azotó las costas menorquinas ayer a mediodía y por la mañana. Según los datos de lluvia facilitados por AEMET, entre ayer y el lunes se registraron en el Aeropuerto unos 34 litros por metro cuadrado frente a los 21 litros en Ciutadella. La inestabilidad podría prolongarse hasta mañana.
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